Talarén (Navia),

A. M. SERRANO

La planta de purines que está previsto instalar en Talarén, en Navia, divide a los vecinos de la parroquia de San Antolín. El nuevo presidente del colectivo, Héctor González, destacó ayer que esta nueva industria genera rechazo en los propietarios de las viviendas más cercanas a la futura planta. El colectivo lucha ahora por mantener informados a los principales afectados y, sobre todo, a los opositores al proyecto. De momento, la empresa ha convocado a los vecinos en dos ocasiones con el objetivo de informar sobre el proyecto, que no será una realidad sobre el terreno hasta 2013. El portavoz vecinal indicó que continuarán solicitando información al respecto, si bien aclaró que el colectivo tiene que apoyar todas las respuestas de los vecinos y, de un lado, están los contrarios a la industria, «pero tambien hay gente que la apoya», manifestó.

La planta, que creará doce empleos estables, es pionera en la región. En ella se tratarán los purines que se generan en la comarca y fuera de sus límites. Se trabajará con el metano para producir energía. El material sobrante puede volver a ser utilizado como abono, pero sin desprender fuertes olores.

La asociación que agrupa a los hosteleros de Navia ya ha manifestado su respaldo al proyecto, que, aseguran, es «muy perseguido en la zona». La planta de purines tendrá una vida útil de 25 años y la empresa utilizará la tecnología que se aplica en países del norte de Europa para poner en marcha la instalación. La empresa que construirá y gestionará la fábrica, Biogastur, cuenta con el apoyo de los gobiernos regional y local.

La compañía decidió ubicarse en Talarén por la cercanía a otras industrias, que, entre otros beneficios, le brinda la posibilidad de utilizar el emisario de Ence-Navia para realizar sus vertidos. Los vecinos que se oponen al proyecto aseguran que la instalación se levantará cerca de los núcleos poblacionales y que su puesta en marcha contribuirá al deterioro de las comunicaciones por carretera. Se prevé el paso de 40 camiones diarios por la zona.

La presidencia de la asociación de vecinos de San Antolín entiende que «si cumple con todos los requisitos» no habría razones de peso para oponerse a la industria. Por este motivo continúan solicitando más información sobre un proyecto que no se pondrá en marcha, según la propia empresa, hasta el año que viene o 2014. El gobierno de Navia, por su parte, respalda la planta y ya ha autorizado un cambio en el planeamiento urbanístico para poder levantar la instalación en Talarén. La empresa, por su parte, realiza continuas visitas a la zona y ha entregado un informe técnico al Ayuntamiento, del que también disponen los vecinos de la parroquia.