Salas,

L. VALDÉS

El director del colegio Chamberí de Salas, Juan María Civit Gil, se siente orgulloso de los logros alcanzados por el centro en materia de instalaciones en los últimos años, pero aún hay cuentas pendientes. Civit espera que el nuevo gobierno salense mantenga el compromiso del anterior ejecutivo local de construir un parque infantil en el patio del colegio. «En principio, iban a comenzar las obras en el mes de enero, pero todavía seguimos esperando», explica el director.

Esta zona de juegos cerrada para los más pequeños permitiría, según Civit, que «los alumnos de Educación Infantil del centro tuviesen un recinto en el que disfrutar de los recreos, diferenciado del de los alumnos más mayores». Hasta entonces, en el arenero instalado en el patio se mezclan pequeños y mayores, que comparten juegos en los recreos de la mañana y del mediodía.

A la espera de que el parque infantil se convierta en una realidad, Civit reconoce que «hay que batallar mucho con las distintas administraciones para poder realizar mejoras en el centro que beneficien a los alumnos». Para hacer frente a estas limitaciones económicas, el director del colegio de Salas reconoce que no queda otra que «optimizar al máximo los recursos. Aquí hemos aprovechado hasta los pasillos y hemos hecho numerosas modificaciones en el edificio para adaptarnos a nuestras necesidades».

En la lista de demandas del centro, además del parque para los alumnos de 3, 4 y 5 años, figuran un gimnasio, una sala en la que poder juntarse todos los alumnos para la celebración de actos y la renovación de parte de los equipos informáticos.

«Hay que tener en cuenta que vivimos un momento de recortes económicos y debemos intentar suplir las carencias de la mejor forma posible. Es cierto que no tenemos gimnasio ni pistas cubiertas, pero el polideportivo municipal está ubicado al lado del centro y el espacio de creación joven, también del Ayuntamiento, ofrece la posibilidad de celebrar allí los actos en los que participan todos los niveles», sostiene el director del colegio.

El equipo directivo no piensa tirar la toalla en sus reivindicaciones, pues sabe que, gracias a su esfuerzo y tesón, ha logrado la instalación de un ascensor en el centro para un alumno con problemas de movilidad y un aula específica de música en los últimos años.