Navia, A. M. SERRANO

El Ayuntamiento de Navia cerró las cuentas de 2011 con un superávit cercano a los 37.000 euros. El remanente de tesorería (los fondos líquidos de la institución más los derechos reconocidos pendientes de cobro, menos las obligaciones que están pendientes de pago) también arrojó un saldo positivo: 285.000 euros. A la vista de estos datos, el Alcalde del concejo, Ignacio García Palacios (PSOE), entiende que «la economía del Ayuntamiento está saneada».

La administración naviega se vio obligada en 2010 a presentar un plan de saneamiento por las deudas acumuladas. Aquel año, el gobierno local hizo frente a la urbanización del Ribazo y a la construcción de la variante de Navia, adelantando un montante económico que después recuperó. Por otro lado, una sentencia también le obligó a indemnizar a un vecino con 500.000 euros.

Según García Palacios, la situación actual de las cuentas es posible, además, «sin una presión fiscal excesiva» para los vecinos. El gobierno sí ha puesto en marcha una campaña de control de los bienes inmuebles, gracias a la cual ha encontrado más de 1.000 nuevos contribuyentes del impuesto que grava estas propiedades.

A ello se une «la tarea del equipo de Intervención», explica el alcalde, que, a su juicio, «ha realizado una labor importantísima» para contener el gasto de la administración local.

El gobierno naviego presentará en marzo el presupuesto de 2012, que «será austero, como los tiempos que vivimos», indica García Palacios. El gobierno socialista puso en marcha en el mandado pasado importantes proyectos, como la urbanización de la zona del Ribazo y la peatonalización del centro de Navia. Ahora está pendiente el prometido centro cultural (el ejecutivo naviego apuesta por comprar el Cine Fantasio y unir este edificio con el Casino de Navia) y el desarrollo del plan de fachadas a la ría, que tendría que contar con la iniciativa privada para levantar el paseo fluvial que unirá la Dársena con la gasolinera de la entrada de la villa.