El Llano (San Tirso de Abres), T. CASCUDO

A Gervasio Novo le cuesta recordar un inicio de temporada salmonera con menor caudal de agua. A sus 91 años, este veterano pescador del Eo, el gancheiro de más edad de San Tirso, asegura que el río está demasiado bajo para lo que le correspondería en el mes de marzo. Por eso no se muestra demasiado optimista de cara al inicio de la temporada, prevista para este domingo. No obstante, en el Eo confían en su buena suerte como río tempranero y esperan no sólo sacar el campano de Asturias, sino remontar la cifra de 100 capturas con la que cerraron la pasada campaña.

El último gancheiro santirseño en activo, José Pérez (más conocido como Pepe el barbas), se muestra algo más positivo que Novo: «El río está bajo pero ya se vio algún salmón». Incluso aventura que en los cotos de La Pena o el Louredal se pueda echar a tierra la primera pieza de la temporada. Coincide con su buen pronóstico el agente de la guardería del Medio Natural Carlos González: «El río está bajo de agua pero está guapo, muy clarín y hay salmones frescos».

La capital santirseña revive con la pesca, como confirma la presidenta de San Tirso de Abres Turismo Rural, Yolanda Alzu: «Ya se nota ambiente de pescadores, vienen a ver el río y eso da vida al pueblo».

Como el río está bajo de agua los pescadores lo observan para localizar la presa y tener más posibilidades con el campano. Este año deberán demostrar toda su habilidad para no confundir salmón con zancado. Alerta sobre ello Gervasio Novo quien asegura que el río está plagado de estos últimos: «Es fácil verlos en agua parada porque no tienen fuerza. En cambio el salmón se distingue porque brilla que da gusto verlo, viene fresquito». Carlos González explica que el tema de los zancados puede dar un disgusto a alguno, ya que su pesca está penalizada. «Pican igual que los salmones y se parecen mucho, a veces es un problema hasta para los guardas ya que a algunos cuesta distinguirlos. Habrá que estar atento e informar bien a la gente», explica.

Novo es una de las voces más críticas con el estado de la pesca, quizás porque fue testigo del esplendor salmonero de San Tirso. El aumento de cormoranes y la falta de limpieza son para este experimentado pescador los principales enemigos del salmón. Sobre la limpieza también habla la regidora santirseña, Goretti Quintana, quien explica que este año al llover menos hay menos problema con la masa forestal. Aún así la limpieza, precisa, siempre es insuficiente. «Los lugareños siempre reclaman más limpieza y sobre todo antes del inicio de la temporada, para que estén practicables los senderos y que esté accesible el río».

Entre las novedades de este año está la desaparición de la zona de pesca sin muerte junto al puente, que ahora se ha vuelto a vender como coto. La regidora dice que este año probarán como funciona antes de hacer ninguna reclamación, aunque considera que la modalidad sin muerte estaba funcionando bien como reclamo turístico: «Era una zona de iniciación a la pesca y creo que era buena para mantener la cultura ribereña, para que los niños puedan aprender a pescar. Pero esperaremos a evaluar el resultado una vez finalizada la temporada».

Coincide con la regidora la empresaria Yolanda Alzu: «Creo que se ha perdido un atractivo desde el punto de vista turístico, pero habrá que ver el número de capturas y pescadores que tiene esa zona». Alzu asegura que al ser una zona muy urbana, se aprovechaba para iniciar a los niños en la pesca, «a mojar la binoca que decimos aquí».

Los márgenes del río se llenaron ayer de ojeadores salmoneros, aprovechando la claridad del río. No obstante, los ribereños esperan que llueva en los próximos días para que se revuelva un poco el cauce y no sea tan fácil la identificación de las piezas. «Si se ve lo que hay, empiezan a hablar y se desaniman. Vale más que no se vea y se dediquen sólo a pescar, así tiene más emoción la cosa», explican.

Con más agua o con menos, con más o menos salmones, todas las temporadas devuelven la vida al territorio santirseño. La suerte está echada, ahora queda ver donde pica el primer salmón.

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