Salas,

Ignacio PULIDO

Las matemáticas están ocultas en el flamenco. El matemático andaluz José Miguel Díaz-Báñez lo ha demostrado en Salas durante las Jornadas de Divulgación Artística y Científica organizadas por la plataforma ConCiencia. El investigador y profesor de la Universidad de Sevilla sostiene que este género musical puede ser explicado a través de las matemáticas. Para ello recurre a diversos métodos, entre los que se encuentran modelos geométricos y el estudio de las proporciones de una guitarra flamenca. «Como de las matemáticas, pero conocí mucho antes el flamenco», señala Díaz-Bañez, hijo de un aficionado al flamenco y miembro de las peñas flamencas desde temprana edad. El matemático sostiene que la ciencia puede ayudar a responder a tres cuestiones relacionadas con este género musical: las propiedades de los ritmos flamencos, cómo comparar dos melodías y cómo se debe construir una guitarra flamenca.

«En el flamenco, es fundamental no salirse del compás», subraya, y prosigue añadiendo que el ritmo de la bulería se diferencia por completo del resto. «Se aparta de la soleá, la seguiriya y la guajira», precisa. Para ello, Díaz-Bañez se basa en unos modelos geométricos confeccionados a partir de los doce acentos de estos ritmos. «Los musicólogos pueden explicar de este modo la evolución del género», comenta.

A día de hoy, no existe ningún sistema informático capaz de estudiar la similitud entre dos cantes. «Este trabajo es realizado por expertos, de oído», enfatiza. El matemático trabaja junto a otros miembros de la Universidad de Sevilla en la confección de un programa que permita realizar esta labor automáticamente. «El cante flamenco no está codificado ni se escribe en partituras», afirma. Como demostración, Díaz-Bañez señala que cada cantaor interpreta la misma pieza de un modo diferente. «Solicitamos a Chano Lobato que interpretara la debla "En el barrio de Triana" igual que don Antonio Mairena, pero fue imposible. Cada cantaor ornamenta de un modo diferente», matiza.

El papel de las matemáticas también es palpable en la morfología de la guitarra flamenca. «Sus dimensiones responden a la proporción cordobesa, que fue investigada por el arquitecto Rafael de la Hoz», precisa.

Tras el flamenco, Luis Carlos Molina y Alberto Almazán, de la compañía «La Mínima» pusieron de manifiesto el vinculo entre danza y matemáticas. Hoy las jornadas prosiguen con varios actos.