Pola de Somiedo,

Sara ARIAS

Con el paso del verano al otoño comienza en Somiedo, y en el resto de la cordillera Cantábrica, uno de los mayores espectáculos de la naturaleza: la berrea del venado. Desde mediados de este mes hasta finales de octubre, aproximadamente (las fechas pueden variar con la meteorología), todos los amantes de la fauna y de los espacios naturales podrán disfrutar de este evento otoñal. Los miradores Portellera de Llamos, El Príncipe, Fanas de Faspayón, Sierro y Pico Las Fanas ofrecen unas visitas inigualables del celo del ciervo o venado.

Somiedo une así a su oferta turística un valor más de cara al otoño, con la posibilidad de ver la berrea del venado, ya sea por libre, desde cualquiera de los miradores naturales, como a través de empresas especializadas que realizan visitas guiadas, en las que se añaden explicaciones sobre la flora, la fauna y el paisaje del municipio. Los interesados deben pasar por el Centro de Interpretación del Parque Natural de Somiedo, donde tienen disponible la información para realizar visitas guiadas a la berrea. También en el teléfono 985763758.

«En el período que va desde mediados de septiembre hasta finales de octubre, los machos de ciervo, que no se preocupan ni de su alimentación, se dedican a una lucha incesante por las hembras», explica Nicolás Álvarez, técnico de la Agencia de Desarrollo Local.

Según explica el alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández, «este año la berrea se ha adelantado debido a las lluvias de principios de mes». Una oportunidad que no se puede serder porque en Somiedo la berrea es visible y audible desde muchos lugares, en los que, además, se puede disfrutar de las espectaculares tonalidades que el otoño da al Parque Natural de Somiedo, en especial a los hayedos, como los que se encuentran en la subida al Alto de la Farrapona, a través del valle de Saliencia.

Los mejores momentos del día para poder ver a los venados en plena berrea o luchando unos con otros -una circunstancia que los bramidos tratan de evitar, anunciando el vigor de los contendientes para disuadir a sus rivales- son las horas del amanecer y del atardecer, ya que son las de menos calor.