Cangas del Narcea,
Pepe RODRÍGUEZ
El Ayuntamiento de Cangas del Narcea suprimirá las tasas que pagan los ganaderos por acceder al recinto ferial con sus vehículos y, también, las que deben abonar por cada cabeza de ganado que lleven al mercado. Esta cantidad representa unos 3.000 euros anuales para las arcas municipales. Cada ganadero paga del orden de 15 euros por feria si lleva 10 vacas al mercado.
Esta propuesta del gobierno local se presentará ante el pleno que se reunirá de forma ordinaria este próximo jueves, día 27. El alcalde, José Luis Fontaniella, ha mostrado su confianza en que todas las fuerzas políticas presentes en el pleno aprueben, por unanimidad, esta iniciativa dirigida a ayudar al sector ganadero.
El objetivo es que estas tasas estén eliminadas en la siguiente gran feria del calendario cangués, que es la de San Andrés, conocida como la de las «matonas», y que es también la última del año.
Explica Fontaniella: «es una decisión que se ha tomado con la intención de ayudar y de aliviar el bolsillo de los ganaderos, que en los últimos tiempos están viendo cómo se incrementan los precios de los piensos y de los combustibles».
El Alcalde reconoce que la eliminación de las tasas de acceso al recinto ferial en días de mercado es tan solo una pequeña ayuda, casi simbólical, pero espera que tenga el efecto de animar a los ganaderos a acudir a las ferias para convertirlas de nuevo en el gran punto de reunión y compraventa del sector.
Fontaniella hizo este anuncio en el contexto de la celebración de la feria de San Mateo en Cangas del Narcea, una de las cinco grandes del calendario en el concejo. Además, el Alcalde aseguró que se está trabajando en buscar otras soluciones para animar a los ganaderos en una época tan dura.
La feria cumplió con las expectativas en cuanto a afluencia de público y de ganado, pero los ganaderos no dejaron de quejarse del aumento de todos los precios, que reduce su margen de beneficios.
Los terneros jóvenes, de entre seis y siete meses, fueron el ganado más numeroso en un mercado en el que se contabilizaron unas 350 cabezas de vacuno y unos 150 cerdos.
La peculiaridad de esta feria ha radicado en que la mayoría de los ganaderos apostó por llevar a los terneros más jóvenes debido al incremento del precio de los piensos y a la intensa sequía.
