Castropol,

T. CASCUDO

Entre finales de 2013 y principios de 2014 se podrá consumir la primera ostra nacida y criada en Castropol. Es el proyecto en el que trabaja desde el verano el Centro de Experimentación Pesquera de Castropol -dependiente de la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos- y que hará posible disponer de una ostra cien por cien asturiana.

Hasta ahora los ostricultores que trabajan en la ría del Eo se veían obligados a adquirir semillas de ostra de fuera de Asturias, fundamentalmente de criaderos de Cantabria y Francia. Explica el propietario de Acuicultura del Eo, Eduardo Martín, que últimamente están teniendo problemas para encontrar semilla en buenas condiciones: «En Francia las semillas tienen problemas de patologías y enfermedades, por lo que no es aconsejable introducirla aquí y entonces hay que buscar alternativas». Martín aplaude la iniciativa del centro castropolense y está convencido de que será beneficioso para el sector.

La bióloga responsable del Centro de Experimentación Pesquera de Castropol, Carmen Rodríguez, explica que este proyecto es un buen complemento para los ostricultores porque «garantiza la trazabilidad» del producto. Indica Rodríguez que para empezar a trabajar se seleccionaron reproductores de la ría de Ribadesella y a partir de ahí se hizo «la inducción al desove para conseguir la larva y la semilla».

Actualmente disponen de 600.000 unidades de semilla en diferentes procesos de crecimiento. En la primera etapa las semillas permanecen estabuladas en el criadero del centro donde se alimentan de microalgas. Una vez adoptan la talla adecuada, se pasan a las bateas ubicadas en la ría del Eo, concretamente junto al puerto de Figueras. A continuación, superada la fase de preengorde, las ostras se trasladan a la zona de cultivo de la ensenada de La Linera donde operan las empresas de acuicultura. « Es una fórmula para poner a punto las técnicas y sin ánimo de competir con otros criaderos pero sí de colaborar con el sector», precisa Rodríguez. Si la experiencia funciona se diseñará un plan a largo plazo de colaboración con el sector ostricultor.

La iniciativa iniciada con las ostras emula a la que desde 2009 se lleva a cabo con la almeja autóctona. Ese año se cultivaron 150.000 unidades y ahora la cifra se eleva hasta las 600.000 unidades. Las semillas del criadero castropolense sirven para repoblar las rías del Eo y Villaviciosa. Precisamente ayer, con motivo de la celebración del Día de la Acuicultura, un grupo de cultivadores de la ría de Villaviciosa se desplazaron a Castropol para conocer las instalaciones. El centro organizó unas jornadas de puertas abiertas desde las doce a las dos de la tarde.

Además de explicar las experiencias en la cría de ostra y almeja, los técnicos del centro relataron los avances y experimentos realizados con el pulpo y el erizo de mar, conocido como oricio. Las investigaciones con el pulpo son las que más traen de cabeza a los técnicos, pues no logran su supervivencia en cautividad durante largos periodos. Carmen Rodríguez explica que el engorde de juveniles sí está dando buenos resultados, pero no el cultivo larvario: «Se consigue la reproducción en cautividad y se mantienen sin problemas el primer mes de vida, pero a partir de ahí vienen los problemas».

Esta línea de trabajo tiene por objeto lograr el cultivo de pulpos en cautividad para hacer posible su uso como especie de acuicultura.