Coaña, T. CASCUDO

Desde el año 2007 el Ayuntamiento de Coaña realiza una programación específica anual para rendir homenaje a su escritora más ilustre, Eva Canel (Coaña 1857- La Habana 1932). Este año el equipo de gobierno ha decidido dar un giro a la propuesta y ha dejado de convocar su concurso literario «Eva Canel». En su lugar ha creado un galardón con el mismo nombre que distinguirá a personas vinculadas a Coaña o a la escritora coañesa. La encargada de inaugurar esta nueva etapa es la escritora Isabel San Sebastián.

La candidatura de San Sebastián fue acordada en sesión plenaria donde se valoró su «pasión periodística, literaria, creadora y humanista». Además se ha tenido muy en cuenta su novela «Astur», que narra la historia de una sacerdotisa del castro de Coaña. El equipo de gobierno asegura que el libro de San Sebastián ha servido para «difundir el principal atractivo turístico de Coaña». Estas razones se suman a las similitudes que el Ayuntamiento encuentra entra Eva Canel y la escritora: «Son dos mujeres con una trayectoria periodística y literaria admirable; dos personalidades con temperamento, decisión y valentía; dos plumas vinculadas a Coaña en su producción novelística».

Así pues, Isabel San Sebastián regresará a Coaña -ya estuvo en 2008 para presentar «Astur»- el próximo 2 de febrero para recoger el premio Eva Canel 2012. El acto previsto para las siete de la tarde en la casa de cultura incluye también un reconocimiento a Rafael Anes por su «papel protagonista en la programación de Eva Canel».

El programa previsto contempla no sólo las intervenciones de Anes y San Sebastián, sino un recital poético bautizado «Con nombre de mujer» y en el que intervendrán las escritoras de la comarca Esther Garcia, Vita López y Aurora García Rivas. Recitarán poemas con música de fondo, la de la pianista Lola Rodríguez. La teniente de Alcalde de Coaña, Rosana González, explica que este acto servirá para inaugurar la nueva trayectoria del premio Eva Canel: «Nos dimos cuenta de que con el concurso literario anterior llegábamos a poca gente porque era muy exigente y no tenía una cuantía económica que correspondiera a esa exigencia. Por eso cambiamos el enfoque».