Unas 200 personas se dieron cita ayer en la finca de El Carbayal (Illano) para asistir a la Jornada de puertas abiertas que celebró el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario, el Serida. Los asistentes, ganaderos y agricultores que provenían tanto de Asturias como de otros puntos de la península, visitaron las distintas parcelas de la finca y pudieron comprobar el funcionamiento de varias estrategias para el mejor aprovechamiento de campos inservibles e invadidos por el matorral.

El punto de encuentro fue el Alto de la Garganta a las diez y media, lugar en el que el Serida facilitó transporte público para todo aquel que quisiera acercarse por dicho medio a la finca, situada en las lomas en la sierra de San Isidro y de difícil acceso. Posteriormente y tras una visión general del recinto, el transporte llegó a la explanada de inicio al recinto, donde esperaban otros asistentes llegados en sus propios vehículos.

A la jornada técnica también asistieron la Consejera de Agroganadería y Recursos Autóctonos, María Jesús Álvarez; su Jefe de Gabinete, Gonzalo Asenjo y el director gerente del Serida, Koldo Osoro, que ofició de ponente durante todo el recorrido, encargándose de explicar las distintas estrategias que se llevan a cabo. La Consejera valoró positivamente la celebración de jornadas como ésta y destacó que el Serida es «una herramienta importante de la administración asturiana y del sector ganadero y agrícola» y también remarcó el factor positivo que supone para el manejo y rehabilitación de espacios baldíos. «Cumple incluso una demanda social» concluyó. Por su parte, Osoro, en su discurso de presentación, recordó brevemente la historia del proyecto y las primeras pruebas que se hicieron de cara a las investigaciones.

Posteriormente y tras recibir a todos los presentes, se dio inicio al recorrido. La jornada se estructuró en cuatro bloques: la descripción de la calidad nutritiva de los brezales-tojales naturales y su potencial para la producción ganadera, el establecimiento de pastos mejorados en el brezal-tojal como requisito necesario para lograr la rentabilidad y sostenibilidad de los sistemas de producción, el estudio de la dinámica de la vegetación y de la biodiversidad y, finalmente, el análisis económico de costes de producción y de rentabilidad.

Los técnicos del Serida trabajan en esta finca experimental desde hace más de veinte años. El Carbayal dispone de 200 hectáreas de terreno donde se han realizado combinaciones de ganado vacuno, caprino, ovino y caballar con el objeto de descubrir la fórmula adecuada para mejorar el suelo ocupado por matorral e inservible. Las zonas desfavorecidas donde abunda el brezal tojal ocupan casi un millón de hectáreas en las montañas de la Cordillera Cantábrica. En concreto, en Asturias los brezales-tojales suponen la quinta parte de la superficie regional, con 225.000 hectáreas. Cuando estas zonas no son pastadas por ganado producen en un periodo entre 3 y 5 años importantes acumulaciones de biomasa (en torno a 20 toneladas de materia seca por hectárea ó más en las zonas más favorables), dicha materia tiene alto riesgo de combustión y origina graves problemas ambientales por incendios e importantes pérdidas económicas.

El establecimiento de pastos mejorados, además de incrementar la producción y la calidad de la vegetación disponible, contribuye a diversificar el paisaje, a incrementar la biodiversidad y también tiene una función de cortafuegos que se mantienen por el propio ganado.