«Sin duda me marcho con pena porque me he sentido acogido, querido y comprendido». Son las palabras del párroco Jorge Cabal, que el domingo se despidió de los feligreses en un emotivo acto celebrado en la iglesia de Santiago, en Castropol.

Cabal, que llegó a la comarca hace tres años, se ocupó en los últimos tiempos de atender las parroquias castropolenses de Castropol, San Juan, Piñera, Tol, Barres y Figueras, así como la tapiega de Serantes. Además ejercía como Arcipreste del Eo. Ahora pone rumbo a Villaviciosa, su próximo destino.

Los feligreses organizaron una misa, en la que participaron fieles de sus siete parroquias, y a continuación un pincheo en un conocido restaurante al que se sumaron más de 200 personas. Cuentan los vecinos que Cabal es un «sacerdote muy espiritual» que ha dejado un grato recuerdo en los feligreses.

Por su parte el párroco, natural de Oviedo, ha indicado que en este período en el Occidente «nunca» se ha sentido solo: «Me marcho muy agradecido por los detalles que los vecinos han tenido conmigo».