La organización de la fiesta «Suelta el pato de Cueva», en Valdés, ha logrado, según indicó ayer su portavoz, José Manuel Peláez, unas 800 firmas a su favor. El festejo utiliza un pato en una prueba deportiva y lúdica. Las firmas se han presentado en la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos y hoy llegarán al Ayuntamiento de Valdés. Con esta campaña los organizadores pretenden poner fin a la polémica suscitada tras la denuncia de un colectivo animalista, que lucha para proteger a los animales. Las firmas «hacen visible el apoyo de los pueblos de la parroquia y otros cercanos a la fiesta», según indicó Peláez.

El Ayuntamiento, a través del alcalde en funciones, Balbino Suárez, apoya la fiesta y rechaza retirar el permiso, como pide el Observatorio de Justicia y Defensa Animal, la organización denunciante, con más de 300 acciones en España. Según la entidad, la fiesta vulnera la ley asturiana que vela por la protección animal. La actividad es «estresante y traumática» para los patos.

El festejo se celebra desde 1952 en la playa de Cueva, aunque estuvo interrumpido unos años. A lo largo de la jornada hay juegos para niños y adultos. El principal consiste en soltar tres patos cedidos por un criador en la desembocadura del río Esva desde una lancha. Los participantes nadan tras los animales. Los que primero los cojan se llevan el pato como premio. El Observatorio cree que la suelta del pato es ilegal por someter al animal a un tratamiento antinatural y convertirlo en un objeto de divertimento. Esta situación se produce en Cueva y está recogida en la ley asturiana, según la entidad, razón por la que la prueba con patos debe suspenderse.