El futuro de Cerredo, y de todo el concejo de Degaña, pasa por la actividad minera y, de forma general, por la educación de los pequeños que viven en la zona. Ayer ambos mundos se unieron en una «marcha negra» que se realizó entre el colegio público de Cerredo y las instalaciones de Coto Minero Cantábrico. Fueron cerca de 300 personas las que secundaron la iniciativa tomada por los profesores del colegio, que han decidido, en este inicio de curso, que la crítica situación del concejo tiene que ser oída y tenida en cuenta.

La dirección de Coto Minero Cantábrico, propiedad del empresario leonés Victorino Alonso, ha solicitado la liquidación de su actividad, por lo que el futuro de los 371 trabajadores de la mina está en el aire. En caso de que pierdan su trabajo, Degaña al completo estaría condenada a la paralización de la actividad económica.

«Esta gente está reventada, agotada de luchar porque parece que las cosas no sirven para nada», explica Cristina Fernández, una de las profesoras del colegio, que lideró la movilización. Los profesores, además de esta «marcha negra», han propuesto la creación de una canción para cantar con los alumnos del colegio y grabar diversos vídeos al respecto para difundirlos por las redes sociales.

«Tenemos que llamar la atención sobre lo que está pasando aquí y sobre lo que está en juego. Ahora mismo no tenemos medios, ni siquiera dinero para alquilar un autobús e ir a hacer una sentada a Oviedo, pero queremos que tenga trascendencia para que la gente sepa la situación de este concejo. Queremos ser el impulso que ya le falta a esta gente», añade Fernández. Los profesores, en muchos casos, han decidido decir a sus 115 alumnos que este año no compren libros. «Nos arreglaremos con los del año pasado, con fotocopias o con internet, pero esta gente lo está pasando muy mal, llevan sin cobrar diez meses y no hay dinero», lamenta la profesora.

La marcha estuvo presidida por momentos ya clásicos de todas las manifestaciones mineras de los últmos tiempos: los insultos a Victorino Alonso y la interpretación del himno «Santa Bárbara bendita». Al llegar a las instalaciones de Coto Minero Cantábrico se leyó un manifiesto en el que se defendió que la explotación tiene futuro.