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Los vecinos al rescate de su monasterio en Cornellana

Residentes en la zona se movilizan para lograr financiación para rehabilitar el deteriorado monasterio del siglo XI, "que así no dura dos inviernos"

David Valiela pasea por una de las alas del monasterio de San Salvador. A La Izquierda, Una De Las Habitaciones Rehabilitadas Por Los Talleres De Empleo. A La Derecha, José Manuel González Y Alfredo Fernández Observan Los Escombros Apilados. | A. SerranoA. Serrano

Dentro del monasterio se puede encontrar documentación del Ayuntamiento en espacios aparentemente abandonados. El material que se ha ido cayendo de paredes y techos se apila por los pasillos y habitaciones.

Los vecinos de Cornellana no están dispuestos a que el monasterio de San Salvador se venga abajo uno de estos inviernos. El grupo "Salvemos la iglesia y el monasterio de Cornellana", que ha iniciado los trámites para constituirse en asociación, se dirigirá al Ayuntamiento, como primer paso, para solicitar una intervención urgente que detenga el deterioro de esta joya arquitectónica, una de las más destacadas del patrimonio monacal de Asturias. David Valiela, portavoz vecinal, lo tiene claro: "No podemos consentir que esto se venga abajo". El grupo agotará todas las vías para detener la ruina del conjunto. Pedirá apoyo a los grupos con representación en la Junta General del Principado y se dirigirá a la Consejería de Cultura, la Delegación del Gobierno y el Arzobispado.

El estado de abandono del monasterio es notorio. El entorno está cerrado habitualmente al público (salvo el albergue de peregrinos, un añadido al edificio) y dos perros custodian la entrada. Los vecinos de Salas siguen acudiendo a misa a esta iglesia. En el templo se pueden observar las humedades, que afectan también a los retablos. Dentro del monasterio se deja notar el paso del tiempo sin que ninguna acción lo remedie. En algunas partes, de hecho, el tejado ya se ha venido abajo. Según Valiela, "si eso sigue así no aguanta dos inviernos duros, de los asturianos".

En realidad, las obras de rehabilitación de este edificio, Bien de Interés Cultural (BIC) y que data del siglo XI, se tramitaron en 2007. Pero Cornellana no ha visto ninguna inversión, según denuncia el grupo vecinal. Un convenio firmado entre el arzobispado y el Ayuntamiento cedía el inmueble a la administración local para que proyectara allí inversiones. A principios de siglo, en el monasterio se instalaron los talleres de empleo. De aquella actividad que nada tiene que ver con la historia de este edificio resultó un añadido (hoy albergue) y una reforma en una de las alas del monasterio (la casa del párroco). Hoy está abandonada y con toda la papelería que generó entonces.

La inversión necesaria para reconstruir las zonas más deterioradas se estima millonaria. Si se tiene en cuenta el proyecto de 2007, las tareas costarían 5,8 millones de euros. Entonces, el Ministerio de Fomento pensaba ocuparse del 60 por ciento del presupuesto y el gobierno regional del 30 por ciento.

Con el paso de los años, uno de los reclamos turísticos no sólo del enclave rural (que dista poco más de 30 kilómetros de Oviedo) sino del concejo salense ha ido a menos. Es habitual escuchar a los visitantes y peregrinos (con albergue en el monasterio) hablar del estado de ruina del edificio.

El gobierno regional no se ha pronunciado al respecto y tampoco hay noticias a nivel local. "Precisamente esta ausencia de noticias es lo que hace que nosotros tomemos el testigo y creemos una asociación con un solo objetivo: que esto sobreviva", añade Valiela. El edificio fue reformado en 1979. Entonces, se actuó sobre uno de los tejados dejando dos alturas que hoy en día son, al menos en parte y según denuncia este grupo, el origen de las filtraciones y humedades.

El proyecto que se ideó para el monasterio tenía como objetivo conservar el conjunto, pero también convertirlo en centro documental del camino de Santiago y hospedería. En el tiempo y en el papel han quedado la recuperación de la cubierta, la rehabilitación de las pinturas del lienzo oriental y la limpieza de la piedra labrada de la fachada, según la asociación. "Esperamos tener algo más que palabras y fotos. Buscamos que alguien se haga cargo de esta obra", concluyó Valiela. En Cornellana viven con miedo a nuevos derrumbes.

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