El biólogo y empresario Eduardo Martín coge un puñado de minúsculas ostras y las muestra, explicando que se trata de ejemplares que llevan unos meses desarrollándose en aguas de la ría del Eo. "El proceso comienza con ostra muy pequeña, de dos o tres milímetros, que nosotros traemos de diferentes criaderos, ya sean naturales o artificiales". Son inmediatamente colocadas dentro de unos sacos, que a su vez son instalados sobre unas parrillas a cierta distancia del suelo, donde los moluscos pasarán unos tres años hasta que sean una ostra del Eo de calidad.

Se trata, por tanto, de un cultivo elevado, a diferencia de las bateas que se utilizan en las rías gallegas. La poca profundidad de la ría del Eo y su suelo fangoso determinan la forma de cultivo, y ésta, el producto final. "Las ostras deben vivir en un sitio alto, donde no estén en contacto con el fango. Ese es nuestro trabajo: buscar que las condiciones de las ostras sean las mejores, que estén a gusto, que no se peleen por la comida, voltearlas y moverlas", resume Eduardo Martín. Un trabajo que debe realizarse en bajamar, y que supone mover una vez al mes un millón y medio de ejemplares. Su empresa , que cuenta con tres o cinco empleados, dependiendo de la época del año, produce unas 400.000 unidades por campaña, en las tres hectáreas que la administración les ha concedido por un período de 10 años. "Creo que sacamos una producción máxima para el espacio que tenemos", dijo.

La ostra del Eo se comenzó a producir empresarialmente en los años setenta, pero anteriormente ya criaba en la zona de forma natural. Y es que se trata de un enclave privilegiado para su crecimiento, dadas las condiciones ecológicas y ambientales que presenta la ría, "de los pocos sitios que quedan que tengan tanta calidad", subraya Eduardo Martín.

Visitas como esta son las que quiere potenciar AcuEo, para proporcionar un recurso turístico más a la comarca occidental. Para ello han adquirido una pequeña embarcación, de forma circular, en la que podrán acercar a los visitantes a la zona en la que se encuentran las parrillas de cría, dar a conocer el proceso in situ e incluso ofrecer una degustación de ostras del Eo en la propia ría donde se producen.