El armador del barco "Siempre Cacharelos" de Luarca, José Antonio Álvarez, recibió ayer de la aseguradora una indemnización de 397.236,3 euros. La embarcación -valorada en 413.000 euros- naufragó el pasado 26 de agosto a doce millas al norte de la costa de Navia. Según relató Álvarez, un problema con el aparejo ocasionó el siniestro. La aseguradora declaró siniestro total este volantero de 14 metros de eslora, que hoy en día se encuentra a 120 metros de profundidad y sin posibilidad de ser reflotado. De hecho, esta maniobra "sería más cara y además pondría en riesgo al equipo de rescate", indicó Álvarez.

El cheque se entregó ayer en el salón de actos de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora del Rosario de Luarca. La aseguradora cree que en este caso el origen del accidente se pudo documentar y por eso han actuado "lo más pronto posible para que el armador pueda seguir trabajando", aseguró Fernando Iglesias, del consejo de administración de la aseguradora.

Ayer, el patrón mayor recordó el suceso. "Fueron segundos. No de das cuenta de lo que pasa. Se enganchó el aparejo y el barco empezó a ladearse", dijo. Se hundió y quedó con la quilla al sol. Un suceso poco habitual y que ocasionó la pérdida del barco, pero ningún daño personal. Los seis tripulantes que estaban en la embarcación lograron sobrevivir. Con el barco hundido, esperaron una media hora a ser rescatados por la embarcación local "Madre Rafaela" que faenaba cerca. El último barco, también con sede en la capital de Valdés, se encargó de desplazar a los tripulantes, nerviosos y sin heridas graves, al puerto de Luarca. El patrón del barco negó ayer que tras la llegada a tierra abandonara precipitadamente el puerto luarqués. "Siempre estuve pendiente de la tripulación. Fui al centro de salud, bajé al puerto y me preocupé en todo momento por los marineros, porque son como mi familia", dijo. Con esta indemnización espera comprar otro barco y emplear a los mismos tripulantes. "Soy marinero y me llama el mar. Con la que está cayendo es lo que hay que hacer, seguir adelante, no meter el dinero en un banco", detalló. El armador indicó que tanto él como los cinco marineros que fueron rescatados por el "Madre Rafaela" están en el paro. "Esperamos tener mejor suerte en el futuro", dijo.

El nuevo barco tendrá su base en el puerto de Luarca y se llamará, probablemente, "Los tres Cacharelos". El naufragio del "Siempre Cacharelos" fue un susto muy grande en Luarca, donde su patrón, que dirigió la Cofradía de Pescadores, es una persona muy conocida. Álvarez tiene fama de gran conocimiento del mar, al igual que los cinco tripulantes que lo acompañaban: cuatro asturianos, un senegalés y un peruano. De hecho, la aseguradora destacó que el armador tuvo cuatro barcos, todos ellos asegurados en la misma compañía.

Desde marzo, la costa asturiana ha sido testigo de cuatro accidentes. La embarcación "Santa Ana", con base en Portugal, se fue a pique el 10 de marzo cerca del Cabo de Peñas. Dejó ocho muertos. El "Mar Nosso" (Portugal) naufragó el 17 abril en los caladeros situados entre Luarca y Navia. Fallecieron tres marineros y dos están desaparecidos. Seis sobrevivieron. El 23 de abril, los tripulantes del "Virgen de los mares" de Luarca salvaron la vida tras varar la embarcación frente a la costa de Cadavedo (Valdés). El último accidente fue el de "Siempre Cacharelos", sin daños personales.