La polémica que ha suscitado la modificación del planeamiento urbano que el Ayuntamiento de Coaña ha realizado en Ortiguera ha entrado en el debate de campaña electoral. Un vecino denunció las presuntas irregularidades cometidas por el equipo de gobierno para dar cabida legal a una construcción cuya licencia había sido anulada por los tribunales.

Ante esta situación, Gustavo Álvarez Rico, candidato de la formación independiente Coañeses, ha mostrado su rechazo ante la política llevada a cabo por el gobierno del Partido Popular, en manos de Salvador Méndez. "Que se destroce un pueblo típico como es el de Ortiguera, les da igual", lamenta el independiente, que alerta del "desastre que puede suponer un desaforado culto al ladrillo".

El cabeza de lista por Coañeses señala que en su formación eran conocedores del caso, y que ya lo han denunciando públicamente. "Queremos, además, ponerlo en claro contraste con la propuesta electoral de nuestra formación, que es una moratoria absoluta de este tipo de planificaciones", subraya el candidato.

Álvarez Rico señala que ya se ha producido un caso similar en el núcleo de El Espín, "donde hay dos o tres promociones que están completamente paralizadas, y la única respuesta que consigues es que están en manos de un banco. Es la vieja política de echar balones fuera; parece que una vez que se ha cobrado la licencia, se lava las manos".

El líder de Coañeses recalca que este tipo de acciones "acaban con todas las posibilidades de mantener un turismo sostenible e inteligente", que es lo que propone fomentar su partido si llega al poder. "No puedes hacer urbanizaciones de sol y playa, porque no tenemos ese tipo de turismo. Tenemos otros potenciales, como son los dos castros señeros y punteros, a través de los que se puede intentar un turismo de más calidad".

Coañeses se presenta por primera vez a los comicios municipales, optando por una política "de participación ciudadana".