Los dos se llaman José y los dos pertenecen al partido socialista. Y desde el domingo tienen otra cosa en común, no fácil de conseguir: gobernarán en sus concejos sin oposición ninguna al obtener en las urnas el total de concejales de la Corporación. Son José Valledor, de Pesoz, y José Manuel Abeledo, de Onís. A partir de ahora, los alcaldes absolutos de Asturias.
José Manuel Abeledo se sometió a la votación normal y barrió con el 85,25% de los votos: siete concejales. Cercanía y honradez son, cree, las claves de su victoria. Y eso que reconoce que no lo tuvo fácil. "Ha sido un mandato difícil, sin dinero para inversiones y donde nos machacaron con el tema de la gestión del lobo y la reducción del 40% de hectáreas a cuenta del matorral. Esperaba que la gente pagara con la moneda de no votar, pero no ha sido así", celebra el regidor, que ayer por la mañana paseó feliz por Benia entre sus vecinos.
Cuando le preguntan con sorna cómo serán los nuevos plenos, ahora que todo queda "en familia" al no contar con oposición, responde con contundencia: "Serán más transparentes aun si cabe". Para que los vecinos sepan lo que ocurre en el Ayuntamiento cuelga en la web cada decisión que se toma en el Consistorio. También empapela los paneles de los once pueblos que componen el concejo para que los menos avezados en las nuevas tecnologías estén al corriente.
Si algo destacan los lugareños es que su alcalde habla claro, sin pelos en la lengua. En este sentido no tiene temor a reconocer que en un pueblo en el que más de 40 familias viven de la ganadería y de la elaboración de queso gamonéu, el lobo no tiene cabida. Pese a quien le pese.
Cuentan los lugareños que el éxito de ser alcalde "absoluto" no se le sube a la cabeza. Prueba de ello es que a pocas horas de conocer los resultados electorales ya estaba visitando las obras del camino de Jayas, negociando un coche de segunda mano para el servicio de aguas y estudiando la inminente implantación de una depuradora.
Para conocer de primera mano los problemas de sus vecinos tiene un método poco sofisticado pero efectivo. Se sienta a ratos a escucharlos en el banco situado debajo del Ayuntamiento, por donde pasó ayer por la mañana. "Hacía falta que construyeran de una vez la residencia de ancianos en Tullidi, que ya vamos pa vieyos y no queremos marchar de esti pueblu tan guapu", le dijeron Arturo Remis y Pepe Pérez. Abeledo asiente. La residencia es su espinita clavada: "La obra no se llevó a cabo por falta de perras, pero lucharemos este mandato".
"Ye un buen mozu y la verdad que a los otros que se presentaban ni los conocíamos", resaltan un par de vecinas. Los jóvenes también lo apoyan. "Está haciendo eventos deportivos que atraen mucho turismo".
Será cuestión de tomar nota.
