El arqueólogo Ángel Villa Valdés acudió ayer al Juzgado de instrucción número 4 de Oviedo, donde ofreció los detalles y pormenores de las contrataciones y adjudicaciones de los trabajos de recuperación de la villa o "domus" romana del Chao Samartín, en Grandas de Salime. El arqueólogo, encargado de las excavaciones en el castro grandalés y coordinador de los proyectos de la Consejería de Cultura para la zona del Navia-Eo, negó que se haya incurrido en cualquier tipo de irregularidad en los procesos, y aseguró que todo se realizó de acuerdo con la normativa.
Ángel Villa acudió al Juzgado en calidad de imputado, dentro de la causa abierta tras la denuncia del alcalde de Grandas de Salime, Eustaquio Revilla, por supuestas irregularidades en la adjudicación de contratos en torno a las excavaciones del yacimiento castreño del Chao Samartín. El regidor llevó ante la Justicia sus sospechas de que se hubiese producido un pacto de los concurrentes a dichos contratos con el arqueólogo para verse favorecidos en su adjudicación, gracias a sus vínculos personales. También se añadía la acusación de prevaricación, por el fraccionamiento de un proyecto de 65.000 euros en varios contratos, supuestamente para evitar las exigencias de publicidad y concurrencia.
En la defensa señalaron ayer que las actuaciones del arqueólogo "son totalmente legales y correctas", que la administración regional ha aportado documentación que rebate todos y cada uno de los extremos de la denuncia, y que sus actos tienen un completo soporte legal. Añadieron que el Juzgado ya rechazó esta denuncia, que el Alcalde recurrió esa decisión y que el fiscal del caso informó en contra del recurso del regidor, mostrándose a favor de archivar la causa.
La misma Fiscalía, en un escrito previo a la declaración del arqueólogo, señalaba que "resulta dudoso que quepa atribuir la responsabilidad del posible delito al denunciado como autor, sino sólo como partícipe, en todo caso", al constituir las consideraciones de Villa "una propuesta de carácter técnico", siendo la Consejería de Cultura el órgano administrativo que adoptó las resoluciones.
Por todo ello, la defensa de Villa señala que el proceso responde a la "obstinación" personal del Alcalde con el técnico de la Consejería y con su labor al frente de las excavaciones. Es de sobra conocida la enemistad que mantienen estas dos personas.
En diversas ocasiones, el Alcalde denunció comportamientos irregulares del arqueólogo, al que acusó de extraer una pieza del Chao Samartín y de realizar labores de prospección sin disponer de autorización. También impidió de forma reiterada el acceso del técnico autonómico al recinto del Chao Samartín. El arqueólogo de la Consejería tuvo que acceder al castro custodiado por la Guardia Civil a principios del pasado año, después de que el Alcalde le negara el paso.
