El Ministerio de Medio Ambiente tiene listo el proyecto para solucionar los continuos desprendimientos que padece la zona tapiega de El Cuitelo. El plan, que consiste en la construcción de un muro de contención paralelo al acantilado, está ya diseñado y el consistorio tapiego espera que pueda iniciarse el proceso de contratación en aproximadamente un mes.
El regidor, Enrique Fernández (PP), aplaude la esperada actuación, si bien desconoce el presupuesto final que se dispondrá para ejecutar la obra. En todo caso no estará exenta de dificultad y espectacularidad, dadas las dificultades para acceder al acantilado en el que se va a trabajar. "Será necesario colocar una grúa de gran tonelaje en la zona para subir y bajar a diario la maquinaria en función de las mareas", precisa el alcalde.
La actuación no solo pondrá fin a los desprendimientos que amenazan a la vivienda del barrio de San Sebastián donde viven Salvador Peña y Celina Prieto, sino que mejorará notablemente la zona. El regidor tapiego ya ha trasladado los planes de Costas a estos vecinos, principales afectados por los derrumbes.
Está previsto recuperar el paso vecinal costero conocido popularmente como "camín del Cuitelo" y que discurría entre la casa del matrimonio y el acantilado. Hace treinta años, cuando estos vecinos levantaron su vivienda, medía más de dos metros de ancho y antaño llegaron incluso a circular carros. Sin embargo, el efecto del mar ha ido comiendo terreno y cercando a las viviendas. Ante la inestabilidad del terreno, el Ayuntamiento de Tapia lo clausuró en 2009 para evitar un accidente. Desde entonces los derrumbes han sido constantes.
En la obra prevista por Costas no sólo se recuperará el tránsito peatonal, al ganar espacio sobre el acantilado, sino que se habilitará una pequeña zona verde como mirador y espacio de descanso frente a la costa. La guinda del pastel será la construcción de unas escaleras verticales sobre el muro de hormigón que permitirán el acceso al ribeiro de El Cuitelo.
Así las cosas, este año Costas ha dado solución final a los derrumbes costeros más graves que padecía la villa tapiega desde hace años y que han sido largamente denunciados por los vecinos y por el Consistorio. Esta actuación se suma a la que ya está en marcha en la zona de Represas, donde también se optó por construir una escollera de contención para poner fin a los desplazamientos de terreno. En este caso la obra era urgente porque los desprendimientos amenazaban con tragarse la carretera vecinal que discurre paralela al ribeiro de Represas.
La actuación en Represas, con medio millón de euros de inversión, también es compleja. Hubo que habilitar un acceso rodado al ribeiro y además los operarios de la empresa adjudicataria se ven obligados a trabajar al ritmo que marcan las mareas, lo que ha supuesto una demora en la finalización de la actuación sobre el plazo previsto. Aquí Costas contempla un nuevo acceso peatonal a la zona costera.
El regidor tapiego logró el pasado febrero el compromiso del director general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, Pablo Saavedra Inaraja, con la costa tapiega. Fernández acudió a Madrid para mostrar una vez más su preocupación por ambos enclaves, que en diciembre del año pasado registraron sendos argayos. Saavedra Inaraja anunció entonces que habría una solución para Represas y El Cuitelo y las propuestas no tardaron en llegar.
