El Ayuntamiento de Tapia ha reforzado la señalización en el entorno del puerto para tratar de evitar que los vehículos no autorizados transiten por la zona portuaria. "Queremos hacer del puerto una zona de recreo para peatones y no de tránsito de vehículos", precisa el regidor tapiego, Enrique Fernández (PP), que asegura que se aplicarán sanciones si no se respeta la normativa.

La nueva señalización disuasoria se ha colocado en el entorno de la fuente del Pilón. Se trata de advertir a los turismos -que no sean de uso portuario o de residentes- con la suficiente antelación de que el paso al muelle está prohibido y sólo pueden continuar unos metros en caso de querer aparcar en los sitios habilitados frente a la discoteca. A partir de los estacionamientos el tránsito está prohibido. El gobierno local está decidido a ser firme con la medida y de hecho, el regidor precisa que "vamos a tratar de conseguir lo que queremos y si hay que sancionar lo haremos".

El gobierno local quiere acabar con la imagen del puerto de Tapia abarrotado de vehículos que nada tienen que ver con la actividad portuaria, una imagen que se repite especialmente en temporada estival. Este tránsito también molesta a los hosteleros porque afecta a los clientes que disfrutan de las terrazas del puerto, de ahí que muchos aplaudan esta decisión.

Ésta es la segunda medida que toma el gobierno local en materia de tráfico en lo que va de mes. Se suma a la decisión de restringir el horario de carga y descarga al periodo que va de las ocho de la mañana a las doce del mediodía para evitar el colapso del tráfico en determinados puntos como el muelle o la calle Santa Rosa. Esta medida fue criticada por la oposición socialista, que apuesta por señalizar zonas de carga y descarga.

El equipo de gobierno ya está dando los primeros pasos para una tercera medida, que es la de establecer el sentido único de circulación en la calle Santa Rosa y As Casúas. El regidor tapiego confirma que las señales para ordenar el tráfico ya están encargadas y en cuanto lleguen se decidirá si se pone en marcha de manera inmediata o se espera al mes de septiembre, cuando habrá menos gente en la villa.