Incomunicados. Así están los vecinos de San Justo (Salas) desde el pasado 29 de junio, cuando se quedaron sin teléfono fijo ni conexión a internet. Aunque se desconoce el origen de la avería que ha provocado el corte, los vecinos hallaron el cable telefónico roto en la vega del río Narcea. "No parece que sea un problema complejo, tendrían que poner un cable nuevo nada más, no entendemos cómo una multinacional puede tardar tanto en terminar esto", asegura Joaquín Campos.

Según detallan los vecinos, han realizado llamadas constantes a la compañía telefónica, "pero nos dan largas y cada vez que llamas te dan un número distinto de incidencias y siempre dicen que están con ello, pero aquí no hay línea", comenta José Ramón Feito, otro afectado.

Los habitantes de San Justo han presentado una queja en la Oficina del Consumidor de Pravia ante el retraso en la reparación. Aunque la conexión de teléfono móvil funciona, la mayoría de los vecinos son ancianos y ni tienen un terminal ni saben utilizarlo, señalan. "El problema vendrá cuando haya una emergencia", se teme Feito.

Además, se quejan de que la empresa les cobre dos euros de mantenimiento de línea todos los meses: "La factura viene puntual y se paga, pero aquí llevamos más de un mes sin poder usar el teléfono ni internet", afirma Feito. De hecho, ambos vecinos utilizan la red para trabajar con sus empresas instaladas en el pueblo. "Esto demuestra que los pueblos y lo de fijar población no es cierto, estamos olvidados, somos pocos y no les importa", concluye Campos.