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Tineo pueblo a pueblo

Los turistas van a Merillés

La localidad tinetense presume del dolmen que se conserva en su sierra y que en los últimos años ha atraído al pueblo a numerosos visitantes

Por la izquierda, Antonio Escaladas, Rosendo Escaladas, Yolanda Garrido, Josefina Díaz, Josefa Martínez, Isabel Rodríguez y Alfredo Rey, con el pueblo de Merillés de fondo. D. ÁLVAREZ

El dolmen de Merillés, situado en la colina de Las Cabanas, ha puesto la localidad tinetense en el mapa turístico del concejo. Hace unos años se señalizó la ruta de senderismo que lleva al monumento megalítico y se comenzó a dar publicidad del mismo, hasta convertirlo en una de las imágenes institucionales de la promoción turística de Tineo.

Desde entonces las visitas al dolmen se han multiplicado y los vecinos conviven con multitud de visitantes que, sobre todo en verano y los fines de semana, atraviesan el pueblo para llegar hasta la sierra donde se encuentran los restos megalíticos. "Da vida al pueblo, antes pasaban personas esporádicamente y ahora incluso vienen autocares de excursión", explica Alfredo Rey.

Los visitantes no sólo se encuentran con el dolmen, sino también con un pueblo "que a todo el mundo le gusta", subraya Yolanda Garrido, quien añade a sus atractivos la iglesia parroquial, con un antiquísimo retablo, y una fuente con lavadero para la cual los vecinos reclaman una obra de restauración y el arreglo del camino de acceso.

A pesar de sus atractivos, Merillés no ha podido evitar la fuga de sus habitantes. Actualmente sólo una treintena de personas vive de forma continua en el pueblo, una cifra muy inferior a la de los tiempos en los que la veintena de casas que componen la localidad contaban con hasta siete residentes cada una.

"El pueblo cambió mucho, mejoraron las formas de trabajar con la aparición de los tractores, pero se perdió la tranquilidad, porque antes no había aspiraciones a nada y ahora nadie se conforma con lo que tiene", sentencia Antonio Escalada. Por su parte, los jóvenes ven complicado poder asentarse en el pueblo. Yolanda Garrido asegura que, "aunque te guste el pueblo, te ves obligado a emigrar porque si estudias en Tineo tienes pocas opciones de trabajar y para dedicarse a la ganadería tienes que heredarla y aún así es difícil".

En la actualidad, el pueblo se encuentra inmerso en el proyecto de arreglo del campo de la fiesta, que se celebrará el próximo año los días 13, 14 y 15 de mayo, y que en las últimas ediciones ha aumentado considerablemente. Además, los vecinos tienen otras peticiones: la reforma de la antigua escuela para crear un centro social y la adecuación de un reguero en mitad del pueblo "que se ha convertido en un peligro para los coches y para los niños", afirma Josefina Díaz.

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