Los servicios médicos del área santaria I, correspondiente al Noroccidente, han detectado en estos últimos días un aumento en los casos de infección vírica intestinal o gastroenteritis viral. Según señaló Amalia Franco, se considera un episodio dentro de lo común en esta época del año, con notables cambios en las temperaturas, y en ningún caso cabe señalar que exista "alerta o alarma", puesto que se trata de patologías leves y que desaparecen al cabo de unas horas.

"Sí ha habido un aumento en el número de casos, pero no es algo que deba preocupar. Son procesos diarreicos comunes en verano, que duran poco más de un día y que prácticamente se curan sólos", explica Amalia Franco.

La gastroenteritis viral es la inflamación o hinchazón del estómago y los intestinos a raíz de un virus que penetra en el organismo a través de la comida, los cubiertos u otros elementos del entorno. Entre los síntomas, que pueden comenzar a aparecer desde las cuatro horas siguientes a la infección, se encuentran el dolor abdominal, diarrea, náuseas y vómitos, escalofríos, piel fría y húmeda o sudoración, fiebre y rigidez articular o dolor muscular.

Amalia Franco señala que, ante la aparición de estos síntomas, la mayoría de afectados acude a la farmacia o al médico de familia, y "lo de menos es acudir al hospital", al tratarse de situaciones que, por lo general, no revisten gravedad.

"Lo importante es concienciar de la relevancia que tiene lavarse correctamente las manos para evitar este tipo de patologías", apunta la gerente del área I, así como mantenerse hidratado durante el tiempo durante el cual se sufren los síntomas.

En la mayoría de los casos, la enfermedad desaparece en unos pocos días sin tratamiento. Durante ese período, además de mantenerse hidratado, tomando pequeñas cantidades de agua cada poco tiempo, es importante tratar de comer cantidades reducidas de alimento con frecuencia, como pueden ser cereales, pan, patatas, yogures, plátanos, manzanas o verduras.