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El curso empieza con goteras

Centros educativos de Soto de Luiña, Tapia, Salas, Somiedo, Cangas del Narcea e Ibias están pendientes de solucionar problemas de filtraciones y humedades

Los escolares de Somiedo, en el patio del colegio. S. ARIAS

Buena parte de los colegios del Occidente empiezan el curso con los deberes sin hacer, al menos en lo que se refiere al estado de las infraestructuras educativas, que acusan el paso del tiempo con un buen puñado de problemas pendientes de resolver. Goteras, filtraciones y humedades son enemigos comunes para centros como el de Soto de Luiña (Cudillero), Príncipe de Asturias de Tapia, el Arzobispo Valdés-Salas (Salas), el Álvaro Flórez Estrada de Somiedo, el Alejandro Casona de Cangas del Narcea o el Aurelio Menéndez de Ibias.

Salas. El colegio público Chamberí ha comenzado el curso con 150 alumnos y ya tiene a toda la plantilla incorporada. Tampoco hay novedades en el colegio rural agrupado Eugenia Astur-La Espina, que cuenta con 60 alumnos matriculados, una cifra ligeramente inferior a la del curso pasado. En materia de obras tienen prevista la adecuación del sótano de la escuela de La Espina. Por su parte, el instituto Arzobispo Valdés-Salas suma 170 alumnos matriculados. Tiene pendiente la renovación de las ventanas, una obra que cuenta ya con consignación presupuestaria pero que sigue pendiente. En cuanto a actuaciones necesarias, la dirección señala el cambio del tejado, que está "destrozado porque filtra agua", una obra que califica de "urgente".

Cudillero. El colegio Asturamérica suma 140 alumnos y está pendiente del cambio de las puertas del recinto exterior. En el colegio público de Soto de Luiña, con 92 alumnos matriculados, reclaman varias obras de mejora que van desde la pintura del interior -se han pintado las aulas de infantil pero quedan las restantes- hasta la necesidad de resolver problemas de goteras y filtraciones. En el instituto Selgas también piden la reparación de humedades y la revisión de los tejados del centro en el que se forman 220 alumnos.

Valdés. El colegio Ramón Muñoz suma 224 alumnos, casi una cifra idéntica al curso pasado, con un claustro de 21 docentes. No tiene obras pendientes, algo que sí ocurre en el colegio Padre Galo, que suma 114 alumnos este curso y que está pendiente del arreglo de los dos patios exteriores. El colegio concertado José García Fernández tiene 227 alumnos y 113 el colegio público de Trevías, donde necesitan que se repare la calefacción del gimnasio, estropeada desde hace un año, y también piden la renovación de los baños de la segunda y tercera plantas, por no hablar del problema de humedades que padece el edificio. El que no reclama obras es el instituto Severo Ochoa, que este año suma 420 alumnos.

Navia. El colegio Ramón de Campoamor de Navia ha tenido un inicio de curso de lo más normal. A falta de que se incorporen los dos docentes pendientes (uno de infantil y otro de Audición y Lenguaje), el centro imparte clase con normalidad. Este curso cuenta con 305 alumnos, una cifra, similar a la de años anteriores. Por su parte, el colegio Pedro Penzol de Puerto de Vega empieza el curso con tres alumnos más, llegando a 146. En cuanto a infraestructuras, están pendientes de renovar una parte de las ventanas y una nueva instalación de tuberías para todos los aseos. En el instituto Galileo Galilei de la capital naviega contarán este curso con seiscientos alumnos. De cara al comienzo de las clases, en el centro ha habido trabajos de mantenimiento en el tejado de las alas del edificio, así como una sustitución total de las ventanas de la fachada norte. Además, por primera vez en la historia del centro, todas las aulas estarán dotadas con medios audiovisuales.

Coaña. En este curso escolar habrá 179 alumnos en el Darío Freán de Jarrio. En cuanto a obras, está pendiente el cambio de ventanas y la insonorización del techo del comedor.

Boal. En el centro educativo Carlos Bousoño, que agrupa a alumnos de Primaria, Secundaria, y Bachillerato, cursarán estudios este curso un total de 104 alumnos, y mantienen el profesorado de otros años.

Grandas de Salime. En el colegio El Salvador se han ganado dos alumnos, hasta quedar en los 63 escolares, aunque la tendencia general es a la baja. En lo referente a infraestructuras, están pendientes de que se solucione el problema de goteras que sufre un aula de infantil, así como una división de espacios que reclaman desde hace años.

Villayón. Este curso el colegio de Villayón cuenta con 65 alumnos y no tiene obras pendientes.

El Franco. El colegio Jesús Álvarez Valdés de La Caridad cuenta con 195 alumnos atendidos por una plantilla de 24 profesores (faltan dos por incorporarse). En materia de obras tienen pendiente la colocación de un ascensor y la adaptación de un baño. El colegio público de Valdepares sigue sumando alumnos y este año alcanza los 45. Su directora destaca que en tres años han pasado de 32 a 45.

Tapia. El Príncipe de Asturias de Tapia contará este curso con 209 alumnos y una veintena de docentes. El colegio aún no ha dado por cerradas las obras de la segunda fase de rehabilitación y tiene pendiente reparar varias anomalías detectadas en los trabajos ya efectuados. El tejado está en mal estado, lo que provoca humedades y goteras, a lo que se suma la escasa presión de agua provocada por diferentes fugas. En el instituto Marqués de Casariego comienzan hoy las clases un total de 342 alumnos (a falta de cerrar la matrícula) y también reclaman varios trabajos, como la reparación de los canalones y la construcción de una salida de emergencia en el edificio secundario. También debe repararse la cafetería porque Sanidad no la da de paso por la antigüedad de la instalación. No renuncian tampoco a la vieja reclamación para cubrir la pista deportiva del centro educativo.

Belmonte de Miranda. En el colegio público del concejo habrá 40 alumnos este curso y alrededor de doce chicos se quedarán en la escuela hogar.

Degaña. El colegio público de Degaña afrontan el curso con dudas sobre su final. Tan sólo tienen tres alumnos matriculados, lo que podría abocar al cierre del centro ya que en Cerredo, el colegio público de educación básica aglutina el grueso del alumnado del concejo. Una de las principales reivindicaciones de la comunidad educativa del concejo es poner en marcha los estudios de Bachiller para que los niños puedan completar su formación en el municipio.

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