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Antes emigrar que a Villablino

Sólo 4 de los 10 alumnos degañeses que cursan Bachillerato ahora se han desplazado a León; el resto se fue del concejo con su familia, pero ninguno está en Cangas

De los catorce alumnos que el año pasado finalizaron su formación en educación obligatoria en el colegio de Cerredo, diez han decidido continuar sus estudios de bachillerato. De ellos, solo cuatro han optado por hacerlo en el instituto leonés de Villablino, el centro de referencia para los alumnos del municipio degañés, ninguno ha elegido instalarse en la Escuela Hogar de Cangas del Narcea y el resto ha decidido dejar el pueblo, en muchos casos acompañados por sus familias al completo.

Es el caso de María González que continúa sus estudios de bachillerato en Gijón, donde se ha trasladado a vivir acompañada de sus padres. "No estábamos dispuestos a que nuestra hija tuviera que subirse a un autobús y atravesar puertos de montaña en invierno", apuntan sus padres. que se sienten frustrados porque "peleamos todo lo que pudimos hasta agosto pero al final nos obligaron a marcharnos", explica Mari Cruz Blanco. Reconocen que fue duro dejar todo para comenzar de nuevo y "María lo pasó mal porque con 16 años tiene que volver a hacer amistades y dejar atrás las que tiene desde niña", explica su madre, que por otro lado se alegra de que su hija pueda ir caminando a clase y "no tenga que coger un autobús con las nevadas o perder más de un mes de clase".

Ante esta misma situación ya se ven Yolanda Fernández y Fina Álvarez, ambas con hijas en cuarto de ESO en este curso. Fernández asegura que aunque tiene un negocio en el pueblo desde hace 18 años lo cerrará para marcharse con su hija. "No voy a dejar que se vaya ella sola y que se separe tan pronto de la familia", subraya. Con otro hijo más pequeño Fina Álvarez también baraja dejar Cerredo porque "no me planteo separar la familia y menos que vaya a Villablino".

La AMPA del centro sigue insistiendo en que existen soluciones que permitan implantar el bachillerato en Cerredo y que lo único que falta "es voluntad política". En el estudio que han realizado, aseguran que tan sólo sería necesaria la contratación de tres profesores. También ven posible cubrir las plazas con profesores itinerantes desde el instituto cangués "que tan solo se tendrían que trasladar algunos días, no como nuestros hijos que lo tienen que hacer toda la semana", explica Susana Marentes, presidenta de la asociación.

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