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PILAR JIMÉNEZ BLANCO | Catedrática de Derecho Internacional Privado en la Universidad de Oviedo

"No quedará más remedio que regular los 'vientres de alquiler' "

"Los contratos deben ser muy garantistas y velar en todo momento por la protección de los derechos del niño"

Pilar Jiménez Blanco. G. GARCÍA

Cada vez son más las familias españolas que optan por la gestación subrogada, popularmente conocida como "vientres de alquiler", para tener descendencia. A causa de que se trata de una práctica prohibida en España, la única salida posible para las parejas es acudir a otros países, como Estados Unidos o la India, para poder lograr su sueño de ser padres. Pilar Jiménez Blanco, catedrática de Derecho Internacional Privado en la Universidad de Oviedo, considera que es un proceso que, tarde o temprano, será regularizado. Ayer ofreció una ponencia en el Hospital de Jarrio, acompañada por Miguel Ángel Presno Linera.

-¿Cómo es la situación de la gestación subrogada en España?

-En la regulación española está prohibida esta práctica. Nuestro sistema parte de que la filiación materna siempre se determina por el parto. Por lo tanto, toda mujer que da a luz es la madre del niño. Lo que está ocurriendo es que esa prohibición se intenta evitar yendo a otros países que lo admiten, sobre todo la India, Rusia y Estados Unidos, y allí se consigue la inscripción del niño, y una vez registrado está en España. Los tribunales se están mostrando contrarios, pero desde el punto de vista de la inscripción en el registro civil se han conseguido, y se va a seguir produciendo esta inscripción.

-¿Cómo es posible esa inscripción a pesar de los tribunales?

-Porque ha habido una tendencia por parte de la dirección de los registros, a través de una instrucción de 2010, a mostrarse favorable a la inscripción siempre que hubiera una sentencia dictada por el tribunal del país de origen que avalara el contrato de "vientres de alquiler". Si se avala, que todo el mundo ha consentido libremente, que no ha habido pago de precio, se permitía que se fueran inscribiendo. Pero es cierto que luego los tribunales, en muchos casos, han cancelado estas inscripciones. De hecho, el Tribunal Supremo, en un sentencia importante del año 2014, ordenó la cancelación. Pero desde el punto de vista de este tribunal es un tema controvertido: esa sentencia salió por cinco votos frente a cuatro. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que se ha pronunciado varias veces, y la tendencia parece que es ir admitiendo a niños que han nacido por esta vía en otros países.

-¿Cuánto puede costar el proceso?

-Varía dependiendo del país. Los cálculos son de 60.000 euros para la India, pero en California, uno de los sistemas más garantistas, se llega a los 120.000 euros.

-¿Se debería regularizar el proceso en España?

-Yo creo que no va a quedar más remedio que admitir y regular la gestación por sustitución. no se pueden poner puertas al campo. Desde el momento en que personas con medios económicos pueden desplazarse a hacerlo, y que luego van a conseguir, por una vía u otra, legalizar al niño en el país, está haciendo que haya un caldo de cultivo favorable. La línea en Europa va a ser hacia la admisión de estos contratos. Evidentemente deben ser muy garantistas, con el consentimiento de la madre gestante, y garantizar la protección de los derechos del niño. Creo que será esa la tendencia.

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