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El PGO permite la expansión de Pola de Allande en el área de la carretera del Palo

El nuevo documento prevé la construcción en la villa donde existan viales y aumenta el perímetro de los núcleos rurales del concejo

Mesa habla con un vecino ante el terreno del río Nisón. D. ÁLVAREZ

El concejo de Allande cuenta con un nuevo Plan General de Ordenación en vigor. Se empezó a redactar en 2007 y fue publicado en el "Boletín Oficial del Principado de Asturias" (BOPA) el pasado mes de julio, habiendo terminado ya todo periodo de alegación o recurso contra el mismo. En él se aglutina toda la normativa urbanística de aplicación en el concejo que sustituirá las normas subsidiarias vigentes desde 1993, que por su antigüedad han tenido que ser modificadas en varias ocasiones para permitir construcciones como el centro de salud, la piscina municipal o la implantación de parques eólicos en los montes del municipio.

El plan nombra a la villa de Pola de Allande como el único núcleo urbano del concejo, mientras que el resto de poblaciones son consideradas núcleos rurales. La capital del concejo ha tenido siempre un desarrollo lento y equilibrado y hasta ahora se había fomentado que las construcciones que se desarrollasen en ella ocupasen el lugar de los antiguos edificios, evitando así la expansión del núcleo, y aprovechando los servicios como son el agua, alcantarillado o luz.

No obstante, la norma permite ahora el desarrollo de la villa con nuevas zonas de construcción y la ampliación de su núcleo hacia sus afueras. En concreto, el lugar de crecimiento de Pola de Allande se ha situado en su salida hacia el puerto del Palo, en la zona conocida como El Mazo. Allí, el plan incluye una parte del terreno como edificable junto con otra de carácter industrial, donde siempre ha existido un proyecto de construcción de un polígono.

Cerca de este punto, en una finca situada frente al Centro Social de Mayores, se ha reservado su suelo como dotacional para permitir la construcción de un aparcamiento, cuyo proyecto ya está elaborado. En esa misma parcela se prevé una actuación de urbanismo para la construcción de viviendas, nombrada como unidad de actuación río Fresnedo que contaría con unos 7.900 metros cuadrados de superficie aprovechable. Una segunda actuación, denominada río Nisón, está reservada para los terrenos situados tras la iglesia parroquial de San Andrés y sobre el paseo fluvial. Esta última cuenta con unos 9.300 metros cuadrados para edificación. La puesta en marcha de ambas áreas de actuación pueden ser de iniciativa municipal, es decir, el Ayuntamiento puede reordenar los terrenos, hacer la calle y repercutirla en los propietarios, a los que deberá informar del porcentaje de propiedad que les queda en la zona.

"De momento no hay demanda de construcción de viviendas, pero en el momento que la haya tendremos la oportunidad de desarrollarlo, porque cuando el boom inmobiliario en Pola se construyeron hasta 12 edificios nuevos", explica el alcalde allandés, José Antonio Mesa.

Además, se ha reservado otro suelo dotacional tras el colegio público para crear un punto limpio y se permitirá la construcción de viviendas en las calles que ya estén provistas de viales y de los servicios básicos de suministro, como es el caso de la calle Las Veigas. Asimismo, bajo el edificio del antiguo hospital hasta el barrio del Canto se abre la posibilidad de que los propietarios de los terrenos puedan edificar viviendas unifamiliares, siempre y cuando sea el propio propietario el que se encargue de dotar su casa de los servicios de luz, agua y accesos.

A nivel general en la villa, el nuevo plan obliga a que todo el núcleo siga la norma de no sobrepasar la altura de las cuatro plantas en los edificios y de que en un plazo de 15 años se sotierren las líneas eléctricas.

A los núcleos rurales también llega la ordenación con la variación de los perímetros que ocupan los pueblos para permitir su desarrollo. Para llevar a cabo esta modificación se tiene en cuenta el crecimiento de los pueblos en los últimos 20 años. Aparte, se permite la construcción de instalaciones ganaderas fuera del núcleo "lo que liberaliza la norma que antes se constreñía a hacerlo dentro del núcleo", subraya Mesa.

La lucha contra los incendios es otro de los puntos que recoge la nueva normativa urbanística con la creación de unas franjas de protección alrededor de las poblaciones. Así, se obliga a no realizar plantaciones a menos de 100 metros de los núcleos rurales de más de 10 viviendas y de 50 metros en las de menos, mientras que en torno a la villa se preserva una distancia de 200 metros. Esta norma podrá desarrollarse a partir de una ordenanza municipal en la que el Alcalde asegura que ya están trabajando. "Hace unos 20 años se autorizaron plantaciones en zonas próximas a la villa que crean riesgo y que ahora están fuera de ordenación por lo que tenemos que desarrollar una ordenanza para plantear que hacer con los arbolados existentes", asegura José Antonio Mesa, que lo ve como una prioridad dado "los problemas que tenemos sobre todo en la zona rural debido al despoblamiento".

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