El tramo de Autovía del Cantábrico comprendido entre Serantes (Tapia) y Figueras (Castropol) ha registrado en una semana cuatro accidentes de tráfico motivados por la entrada de jabalíes en la vía. Los siniestros, que por suerte solo provocaron daños materiales en los vehículos implicados, causaron la muerte de diez animales. Cazadores y responsables municipales muestran su preocupación por este asunto y reclaman el refuerzo de la valla cinegética.
El último accidente se produjo en la noche del jueves, cuando un animal accedió al entorno del cruce de Barres. Precisamente, allí fue donde se produjo el accidente más grave, el pasado viernes, con siete vehículos implicados y seis animales muertos. Durante la semana se contabilizaron otros dos sucesos más, en este caso en el entorno de la salida de la localidad de Figueras.
El regidor de Castropol, José Ángel Pérez, muestra su preocupación por esta situación y explica que ya ha trasladado a Carreteras una petición para que se refuerce la valla cinegética que discurre paralela al vial. De hecho, ya está ocurriendo, y ayer operarios del servicio de conservación de carreteras estuvieron trabajando en el entorno del cruce de Barres reparando y revisando el cercado. El regidor castropolense también considera importante mantener encendidas todas las luces en los puntos donde hay cruces, algo que no está ocurriendo.
Algunos cazadores consultados explican que este aumento de accidentes en la Autovía es una consecuencia directa del avance de los animales hacia la costa por el acecho del lobo en las zonas más montañosas. Sin embargo, otros aficionados a la caza, como el presidente del club tapiego El Picón, Ernesto Maseda, lo atribuyen al aumento de la población: "Hay más jabalíes porque tienen más espacio para vivir, tienen alimento y refugio. No tienen predadores en la zona baja, pero sí mucha comida". Maseda dice que, aunque la presencia del lobo sí que pueda provocar el movimiento de algunos animales, no es un hecho masivo, como prueban los buenos resultados de los cotos que operan en zonas altas como Pesoz.
La salida de animales a la autovía es un fenómeno presente en buena parte de la rasa costera occidental, aunque estos días está teniendo especial incidencia en los concejos de Tapia -con un buen puñado de kilómetros de autovía- y Castropol. En suelo castropolense también se están registrando problemas en la carretera nacional 640; en concreto se han registrado accidentes a la altura de la localidad de Vilavedelle. Maseda ofrece una explicación a la concentración de accidentes en un espacio de tiempo relativamente corto y es el hecho de que los animales utilicen para sus desplazamientos sendas ya abiertas: "Hay varios pasos abiertos en la valla que no se repararon, pese a que lo hemos denunciado. Estos animales acostumbran a caminar por sendas ya abiertas y por eso siguen saliendo a la autovía".
El club de cazadores El Picón considera que los problemas actuales se solucionarían revisando la valla y reforzándola, ya que en algunos puntos no está bien anclada al suelo, lo que hace que los animales la levanten con facilidad. También apuntan a la necesidad de aumentar la protección de las rotondas, algo en lo que coincide el coto de Castropol. Aumentar el vallado de las rotondas entre 50 y 100 metros más, apuntan los cazadores, podría evitar la entrada de animales a la Autovía por estos puntos.
Al regidor de Tapia, Enrique Fernández, también le preocupa la situación. Está de acuerdo con los cazadores en que una de las medidas esenciales para prevenir estos accidentes es que la valla esté en buen estado. Explica que hace unos meses se revisó y reforzó el vallado a la altura de La Roda. En aquella ocasión habló con responsables de conservación de Carreteras y les planteó la posibilidad de aumentar unos metros de vallado en la rotonda. Fernández explica que le trasladaron dudas de que dicha medida resultara efectiva.
