"El reto de la biología molecular es descubrir la clave del cerebro, saber cómo se producen un pensamiento, un sentimiento o una palabra", defendió ayer en Castropol la investigadora valdesana Margarita Salas a preguntas de los estudiantes de Bachillerato del Instituto Elisa y Luis Villamil de Vegadeo. Los jóvenes hicieron sus deberes y exprimieron a fondo la hora de encuentro con la prestigiosa científica.
La discípula del Nobel Severo Ochoa habló casi de todo, hasta de la regañina que le echó su médico por comer sólo un sándwich de queso y una manzana. No desaprovechó la ocasión para pedir más apoyo a la investigación: "Soy optimista y espero que un futuro próximo haya más presupuesto para investigar. Me conformaría con que llegara al 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB)". Solo así sería posible repatriar a los "bien formados" doctores españoles que se ven obligados a salir al extranjero.
Se refirió Salas a la "emoción de descubrir" y a los logros alcanzados en los 48 años que lleva estudiando el virus Phi29, aunque advirtió de que la investigación requiere "paciencia y tesón". En materia científica también la interrogaron por el cáncer y su prevención. "No podremos prevenirlo, pero sí luchar contra él", señaló Salas, que agradeció las buenas preguntas de los estudiantes.
