La miel y los productos apícolas forman parte de un sector que está en un momento de auge gracias a la creciente demanda. Las buenas perspectivas de futuro hicieron que María Barrero y Luis Pérez decidieran apostar por un proyecto de producción y comercialización de miel creando la sociedad Asturias Apícola en 2013. Y ayer, dos años después, inauguraron nuevas instalaciones ubicadas en el polígono de Tebongo, en Cangas del Narcea. Aparte, también han invertido en nuevos colmenares para disponer de producción propia. En total, cuentan con 23 repartidos entre Cangas del Narcea e Ibias que suman unas 2.000 colmenas.

En la campaña de este año, la miel producida por sus abejas ya ha sido centralizada en sus nuevas instalaciones, que cuentan con 900 metros cuadrados destinados a una planta de extracción, almacenamiento y envasado.

Barrero y Pérez también compran miel a otros apicultores de la zona, que sólo elaboran, no comercializan. "Vimos que la demanda iba en aumento hasta el punto de no tener producción suficiente y nos lanzamos con este proyecto de producción y venta", explica el segundo.

En su caso, la apicultura no le era una profesión ajena. La había visto en su casa desde siempre, ya que su padre se dedicaba a ello y tenía unas instalaciones de envasado en Pola de Allande, que ahora regenta su hermano. Con la tradición familiar a sus espaldas y con el potencial de futuro que descubrieron en el sector ,no dudaron en recurrir a las ayudas Leader de la Unión Europea para financiar su sueño.

La gerente del grupo de desarrollo rural Alto Narcea Muniellos, Belén Liste, destacó ayer en el acto de inauguración que la creación de esta sociedad fue uno de los proyectos más interesantes financiados por el programa Leader 2007-2014. "Fueron unos visionarios, porque vieron más allá de la producción, centrándose en la comercialización, en un sector además con proyección para la comarca", subrayó.

La obtención de miel este año en la zona se considera buena, aunque no excelente por la sequía estival. Luis Pérez comenta que hubo una buena producción de brezo de primavera, de roble y de castaño, pero falló el brezo de verano por la falta de lluvias. No obstante, no se queja porque al final "en el interior podemos hablar de un año bueno comparado con las zonas de costa que fue peor". Unas 45 toneladas de líquido dorado son las que han logrado sacar este año, similar a la de campañas anteriores. También se dedican a la extracción de polen, del que llevan al mercado unos 3.000 kilos, y de propóleo, que venden a granel a la industria farmacéutica. Sus ventas son en general dentro de España aunque también llegan a países de Europa y China.