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Un Jesús asturiano en Setienes

La asociación de vecinos muestra un nacimiento con figuras hechas a mano que representan la Asturias de antes

María del Carmen García, con la costurera. A. M. SERRANO

La Asociación de Vecinos de Setienes y La Ronda, en el concejo de Valdés, pone mucha ilusión en todo lo que hace. Es el secreto para lograr grandes y alegres fines, según sus miembros. Con la instalación del belén no podían afrontar de otra forma el reto: "siempre mejor con una sonrisa y colaborando todos", comenta Carlos García.

Este año han surgido ideas nuevas que han convertido el nacimiento que se muestra en el sindicato de Setienes en único. Las figuras están hechas de alambres y vestidas con ropas realizadas a mano por los integrantes del colectivo. Las 47 figuras recrean vecinos y oficios asturianos y todas llevan prendas "que recuerdan al asturiano antiguo", como le gusta decir a Elvira Pereira. Incluso hay novios vaqueiros con su atuendo tradicional y costureras con la máquina en la cabeza, como era habitual verlas antaño, "cuando iban de casa en casa para coser".

Todo el belén, diseñado y montado por los vecinos, está hecho a mano. Las construcciones, también. Hay casas con tejado de pizarra, hórreos y paneras, y hasta una recreación de la iglesia de Setienes. ¿Cómo se hace todo esto? "Con tiempo y paciencia", dice Juanita Menéndez. Los primeros trabajos empezaron en octubre. La asociación fue premiada en varias ocasiones por la composición del nacimiento, pero este año todo cambió. "Queríamos algo nuevo, mejor", dice Carlos García. En el escenario no falta la huerta asturiana con lechugas de roca reales y coles, ni tampoco las figuras con las cestas del pan (panes hechos en miniatura para la ocasión) ni la figura del herrero. El molino y el río que cruzan el paisaje, con agua real gracias circuito cerrado ideado también por integrantes de la asociación, son otros de los atractivos.

La meta ahora es lograr el mayor número de visitas, hacer visible una tarea bien hecha y que fomenta el trabajo en grupo, y continuar implicando a los vecinos en actividades. "Este tipo de cosas da vida al pueblo, lo mantiene vivo, especialmente si la población está muy envejecida", añade Carlos García.

Las visitas se reciben todos días laborables, de 17 a19 horas. Los festivos y domingos también hay horario de mañana: de 12 a 14 horas. En esa franja horaria, una persona estará disponible para contestar a las preguntas de los interesados.

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