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EMILIO GARCÍA | Coordinador del viaje a Nueva Zelanda del Foro Comunicación y Escuela

"Tener jóvenes comprometidos con su territorio es un valor extraordinario"

"En el Foro de Vegadeo queremos promover un debate sobre el futuro del sector ganadero, crucial para la comarca"

Emilio García, en el instituto veigueño.

Emilio García, en el instituto veigueño. / TANIA CASCUDO

Vegadeo, T. CASCUDO

Al docente Emilio García le tocó capitanear el viaje que catorce estudiantes de los institutos Elisa y Luis Villamil de Vegadeo y Galileo Galilei de Navia realizaron a Nueva Zelanda para conocer el sistema ganadero del país. Esta aventura, patrocinada por el empresario lácteo Francisco Rodríguez en el marco del Foro Comunicación y Escuela, les ha permitido atesorar experiencias e ideas que ahora trasladarán a la comarca. Dice García, que imparte Filosofía en Vegadeo, que su objetivo ahora es abrir y alimentar un debate en torno al futuro del sector.

-¿Cómo fue la experiencia?

-Fue una experiencia muy interesante y también agotadora porque el viaje es muy largo y fueron pocos días allí. Eso sí, los días estuvieron muy bien aprovechados y la tarea y los objetivos que llevábamos marcados se cumplieron con creces.

-Y, ¿ahora qué?

-Ahora viene el reto de recoger la información y ordenarla, aunque ese proceso ya se inició en el propio viaje, y luego transmitirla. La idea es, en la medida en que podamos, convertirnos en vectores, en estimuladores del debate en la comarca sobre un sector que es absolutamente crucial en todos los sentidos. La ganadería para esta comarca es uno de los elementos de su identidad, pero también una de las condiciones de su futuro. En este sentido y con la máxima humildad queremos convertirnos en promotores de un debate sobre el futuro del sector. ¿Cómo lo vamos a hacer? Hay ideas pero aún no tenemos cerrado el plan de difusión. Habrá actividades entre enero y junio de 2016.

-¿No es demasiado ambicioso pretender que unos jóvenes revolucionen el sector con las experiencias de un viaje?

-No es el objetivo, ni es sensato plantearlo así. Por eso, insisto en el mensaje de humildad. El valor educativo que tiene esto es primero, el más genérico, un viaje en un momento de la vida de extrema plasticidad y receptividad. El viaje te interroga de una manera muy especial y te plantea otras miradas. Pero lo más importante es el valor educativo de lograr que jóvenes, que están a punto de tomar decisiones vitales muy importantes, se comprometan y se impliquen con su territorio, que se asomen a sus problemas y se planteen su futuro. Tener jóvenes comprometidos y lúcidos con su territorio es un valor extraordinario, los necesitamos. Este proyecto no busca revolucionar el sector, pues el asunto es complejo y no hay soluciones mágicas, pero podemos promover el debate y la reflexión. El debate en un momento en que la situación del sector es más crucial que nunca. Necesitamos que este sector tenga futuro porque de ello también depende el futuro de la comarca. Si podemos aportar algo desde nuestro humilde punto de vista pues sería estupendo, pero ya solo permitir que los chavales tengan esta reflexión es muy importante.

-¿Cómo vio a los jóvenes de implicados con el proyecto?

-Estuvieron en un grado de implicación extraordinario. Era un viaje de trabajo y ellos lo entendieron. Teníamos visitas intensas de muchas horas y luego en el hotel poníamos en común las notas y elaboraban un informe diario de las visitas. Además, creo que para alguno de ellos puede ser una experiencia que cambie su vida porque se plantea dedicarse a la ganadería.

-¿El modelo neozelandés sorprende?

-Es un modelo que combina la máxima calidad con la máxima eficiencia, con costes muy reducidos, con un cuidado de todas las variables, que alarga la vida de la vaca, que controla su alimentación? Nos sorprendieron muchas cosas como por ejemplo que las instalaciones no eran nada especial para nosotros, no veíamos demasiado dinero invertido. Es verdad que las unidades de ordeño están muy tecnificadas, pero el resto era poco sorprendente. Nos encontramos con un modelo que se podía parecer a lo que había aquí hace dos décadas, antes de la explosión y la inversión en naves y maquinaria, pero con unos niveles extraordinarios de control de las variables. Una cosa muy importante que a los chavales les resultó interesante es el input de conocimientos que había allí. Para tener una explotación ganadera se requiere una cualificación técnica y este es uno de los elementos diferenciables. Ver una entrada tan importante de conocimiento es una de las cosas en las que tenemos que aprender muchísimo.

-El viaje fue posible gracias a la implicación de Reny Picot ¿Qué le parece el gesto?

-Me gustaría insistir en que efectivamente Reny Picot financia esta actividad, pero también añadir que lleva siete años financiando los proyectos del Foro, es algo que hay que destacar. Es una empresa que nos ha estado apoyando desde el primer momento y que ahora ha hecho un desembolso muy importante y en ese sentido estamos muy agradecidos. Necesitamos este modelo imperiosamente, un modelo en el que el sector privado participe en la educación y no sólo la empresa, sino que toda la sociedad debe implicarse.

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