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Los belmontinos apoyan la explotación de los nuevos recursos de oro localizados en la mina de Boinás

"Es nuestro motor de desarrollo y hay que aprovecharlo", manifiesta Fermín Álvarez, vecino de la capital

María Esther Fernández y Marina Fuentes leen la noticia en LA NUEVA ESPAÑA. S. Arias

El anuncio de que Orovalle, la empresa que explota la mina de oro de Boinás, ha localizado nuevos recursos de oro que podrían prolongar su actividad en la mina de Belmonte de Miranda ha puesto más que contentos a los vecinos. Todos coinciden en que la explotación es el principal recurso de desarrollo socioeconómico con el que cuenta el concejo. Por ello, animan a la filial española de la canadiense Orvana Minerals a continuar las investigaciones por si estos nuevos recursos se pudieran explotar y, con ello, generar más puestos de trabajo y potenciar el consumo en el concejo.

"Es una grata sorpresa y un excelente hallazgo que hace avanzar nuestro gran recurso económico para toda la comarca, que es la mina de oro", considera Roberto Riesgo, hostelero. De hecho, asegura que su negocio vive de la actividad de la compañía minera y no tanto del turismo.

Las perforaciones realizadas constatan la existencia de una amplia zona mineralizada, con contenidos de oro de 8,4 a 14,8 gramos por tonelada, con intersecciones de hasta 44 gramos por tonelada. Un yacimiento del que, estiman, se podrían obtener una media de 10.422 onzas de oro y 170 toneladas de cobre. Además, en La Brueva, a ocho kilómetros, también han encontrado más recursos, aunque los problemas de extracción en esta zona están retrasando el estudio.

Lo cierto es que, ayer, en cada local y en cada corrillo que se formó en Belmonte se hablaba sobre el anuncio de Orovalle. Unos más enterados que otros sobre los pormenores del estudio minero, pero todos a una: que la mina siga la investigación para ver sus posibilidades. "Si hay recursos, que sigan adelante porque todo lo que sea para el pueblo es bueno; además, es prácticamente el único trabajo que hay aquí, sobre todo para los más jóvenes", señala José Amador Arias Caunedo, jubilado. Junto a él, disfrutando del vermú con el buen tiempo que hizo ayer en el concejo, estaba Fermín Álvarez, y, como buenos amigos, los dos comparten opinión: "Apoyo totalmente la actividad de la mina", Álvarez añade que "es nuestro motor de desarrollo y hay que aprovecharlo todo lo que se pueda para obtener beneficios para el pueblo".

La mayoría de los vecinos tiene algún familiar empleado en la explotación de Boinás y quieren que se mantengan los puestos de trabajo. "Si se acaba la mina, nos vamos todos al carajo", dice Marina Fuentes, hostelera. "Allí trabaja mucha gente y sería fatal para nosotros". Eso sí, Fuentes tiene claro que la actividad minera tiene que compaginarse con el respeto al medio ambiente.

Una opinión que también comparte Ángel Carbajal. "Hay que tener en cuenta cómo va a quedar la zona luego, pero mientras haya un respeto al entorno no veo problema. Si fuera empezar de cero con la explotación, tendría otra opinión", comenta. No obstante, estima que la empresa debería buscar una solución para eliminar la balsa donde se concentran los minerales pesados y otros productos tóxicos.

Lo que no quieren los belmontinos es que desaparezca la explotación. Y temen que si la empresa no obtiene buenos datos de las prospecciones el proyecto se quede estancado. "Si hay recursos y se pueden sacar, que la exploten y si no, que no la dejen abandonada, como hacen siempre", detalla María Esther Fernández, vecina.

La mina emplea a muchos vecinos, al tiempo que dinamiza los negocios del concejo. De ahí el apoyo de los vecinos a las nuevas perforaciones. "Cuantos más hallazgos de mineral, mejor, cuantos más avances y ampliaciones, también, y si contratan a más gente, mejor que mejor para todos", precisa Riesgo.

El Ayuntamiento belmontín también recibió la noticia con agrado, si bien, la alcaldesa, Rosa María Rodríguez (PSOE), lamentó haberse enterado de los planes de la empresa minera a través de LA NUEVA ESPAÑA. Con todo, Rodríguez apunta que, por el momento, se trata de una investigación y que, aunque se decida explotar el yacimiento, faltarán más resultados y permisos. "Todavía hay muchos parámetros que valorar y quedaría mucho tiempo para ponerse en marcha". En todo caso, valora los estudios de Orovalle porque, "siempre que los vecinos estén de acuerdo, va a ser algo bueno".

Belmonte apoya la actividad minera de Boinás y espera que la explotación continúe dando trabajo y negocio al concejo.

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