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MARCELO PALACIOS | Médico, precursor de la bioética en España

"Estamos en el siglo de la bioética, que ya es una cultura"

"Se debe debatir sobre temas cotidianos, como la atención al enfermo, el hambre, la pobreza y la contaminación ambiental"

Marcelo Palacios. G. GARCÍA

El médico y escritor Marcelo Palacios (Candás, 1934) está considerado como uno de los precursores de la bioética en España. De su empeño nació la Sociedad Internacional de Bioética (Sibi), constituida en Gijón en 1997, de la que sigue siendo parte activa como presidente de su comité científico. Palacios visitó Navia para inaugurar una exposición sobre esta sociedad.

-¿Qué es la bioética?

-Es un ámbito de deliberación, desde distintas perspectivas, sobre la repercusión de los hechos científicos y tecnológicos en la dignidad de la persona, el medio ambiente y la naturaleza.

-¿Cómo surge la bioética?

-La bioética fue creada en el año 1971, por un oncólogo americano con el que tuve una muy buena relación, el profesor Van Rensselaer Potter. No fue muy bien visto en estados Unidos, uno de los dos países más contaminantes del mundo. Que venga una persona a darle valor a todo lo que es biológico, a todo lo que es vida humana en relación con la utilización de la ciencia y la tecnología, no sentó muy bien. Potter le dio una dimensión enorme a la bioética, hasta el extremo de que hoy se puede hablar de una cultura bioética. No hay lugar en el mundo en el que no se hable de esto. A todos los niveles: pedagógico, laboral, gubernamental, en congresos, en parlamentos...

-¿Qué papel juega en todo esto la dignidad de la persona?

-La dignidad es el bien superior, del que emanan todos los demás. No es algo intrínseco o genético. Es un atributo que nos hemos dado, del que surgen todos los derechos y deberes. Es un manantial que caracteriza lo humano, que debe entenderse como lo constructivo y positivo. Por lo tanto, todo lo que no sea constructivo y positivo va contra la dignidad, contra los derechos que emanan de ella: no discriminación, libertad, igualdad, y todas estas cuestiones. La dignidad es el elemento fundamental.

-¿Ha visto avances en estos 18 años de vida de la Sibi?

-El principal avance es que se ha instalado una cultura bioética, que está en todos los lugares; se habla, se escribe, se comenta. Es algo que ya es una cultura, que forma parte de este siglo. Éste es el siglo de la bioética. Podrá ser el siglo de muchas otras cosas, pero con todas las circunstancias que se relacionan con el hambre, la pobreza, la mala aplicación de la ciencia y la tecnológica, nos encontramos con que es el siglo de la bioética, que tiene una razón específica de ser. Es un ámbito de deliberación que pasa por el tema en sí, por los aspectos éticos de ese asunto y por los aspectos legales, si fuera preciso. La bioética debe hacer propuestas. Yo la denomino bioética a pie de obra: hay que dar propuestas reales, prácticas, en respuesta a los hechos de hoy y en previsión de lo que puede suceder mañana.

-¿Existen debates pendientes en España?

-En el ámbito de la investigación científica y humana siempre habrá elementos de discusión, y eso es bueno. Porque se están mejorando las tecnologías, se están cambiando los procedimientos. En este sentido, es muy enriquecedor que la sociedad sea plural. Siempre habrá aquí o allá cuestiones que se retomen, no sólo sobre los temas estrella, como el aborto, la reproducción asistida o la clonación, sino sobre muchas cosas corrientes, como la atención al enfermo, el consentimiento informado, el hambre, la pobreza, la no contaminación ambiental... Venden menos, pero son lo cotidiano.

-¿Responden las leyes al paso de los avances éticos?

-La bioética va un poco por delante de las leyes. Es lógico. El Derecho siempre ha ido por detrás del conocimiento científico y, por supuesto, de su valoración ética. La bioética responde inmediatamente.

-En este área sanitaria, como en otras, existe un comité de ética asistencial. ¿Cómo valora su trabajo?

-Los comités de ética asistenciales son muy importantes. Tienen muchas cosas que aportar. A veces el profesional, el médico, tiene dudas. Los comités pueden contribuir a generar un clima de mayor tranquilidad para los profesionales cuando se encuentran ante una decisión importante, seria, ante la cual todos tenemos dudas.

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