Ence (Energía y Celulosa) prevé invertir en su factoría de Navia 164 millones durante el periodo 2016-2020, según se recoge en su plan estratégico y que la compañía avanzó en la documentación que acaba de aportar a la Bolsa con la declaración de resultados del grupo en 2015.

Según estas previsiones, la planta de Navia, propiedad de su filial Celulosas de Asturias (CEASA), recibirá 33 millones para la mejora de procesos y rebajar sus costes de producción, y otros 121 millones para reducir "cuellos de botella" en su proceso fabril.

La fábrica naviega está llevando a cabo un plan de ampliación de capacidad en 40.000 toneladas adicionales, cuya primera fase se ejecutó el año pasado, y que le permitirá alcanzar las 540.000 anuales.

El plan estratégico del grupo incluye partidas por un monto de 99 millones para la planta de Lourizán (Pontevedra), la otra fábrica de pasta de papel del grupo. La instalación gallega, que estuvo en riesgo de desaparición por estar situada en terrenos de dominio público-marítimo, obtuvo en enero el respaldo del Gobierno para garantizar su continuidad. El Ministerio de Agricultura otorgó el mes pasado a Ence la prórroga de la concesión de ocupación de los terrenos por 60 años, ampliables en otros 50 años.

Las inversiones programadas hasta 2020 en Pontevedra consistirán en 12 millones para mejoras de procesos y reducciones de costes, 26 millones para reducir "cuellos de botella" y 61 millones en inversiones para la renovación de la concesión.

La compañía está considerando destinar al centro productivo gallego una inversión adicional de otros 74 millones (lo que arrojaría un total de 173 millones) cuya finalidad es dotar a la planta pontevedresa de un nivel de costes de producción de celulosa equiparables a los de la fábrica de Navia, que, según afirma la empresa en la documentación aportada a los inversores, es "una de las dos plantas de celulosa más competitivas de Europa".

Ence, que también produce energía, proyecta construir una planta de generación con biomasa tras la reciente adjudicación de capacidad en una licitación pública. Para la planta, de 40 megavatios, el grupo está considerando cuatro posibles emplazamientos: Pontevedra, Villaturiel (León), Huelva y Mérida.

La compañía volvió a beneficios en el ejercicio de 2015, en el que obtuvo una ganancia de 49,9 millones, frente a unas pérdidas de 140,9 millones el año anterior. Las ventas de celulosa se redujeron el 22% (hasta 885.280 toneladas), aunque con un aumento del precio medio del 24%, y las de electricidad crecieron el 39% y el ingreso medio por venta de energía mejoró el 19%. La facturación se redujo el 3% (hasta 663,9 millones) y el "ebitda" ajustado (resultado operativo) se situó en 199,5 millones, el 241% más.

La producción de celulosa de las plantas de Navia y Pontevedra aumentó un 2% en el año, cifra que crece hasta el 3% si se toma en consideración la mayor duración de la parada anual de mantenimiento de la planta de Navia (se incrementó en 12 días), que fue necesaria para la realización de las inversiones en mejoras de eficiencia, la primera fase de la ampliación de capacidad de 40.000 toneladas y la solución de un problema en la sección de blanqueado.

La facturación de las dos plantas de celulosa aumentaron el 19% (desde 479 millones de euros en 2014 a 570 millones en 2015), lo que se atribuyó al mayor precio de la celulosa, a un tipo de cambio de la divisa más favorable y una mejor ratio de utilización.

Las ventas de electricidad ligada a la capacidad instalada en las plantas de celulosa ascendieron a 72 millones de euros en 2015, el 11% más. Los volúmenes de venta de las plantas de Navia y Pontevedra aumentaron el 2% mientras que el precio medio de venta por megavatio/ hora se incrementó el 9% interanual, resultado de un mayor precio del mercado eléctrico, que se situó el 19% por encima del registrado en el ejercicio precedente.

Los trabajadores de Navia aprobaron la pasada semana, con el 93% de votos a favor, un calendario de movilizaciones, que comenzará el próximo martes con una huelga de cinco días.