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Cinco investigados por el vídeo sexual de San Timoteo reconocen que lo difundieron

Nueve jóvenes acudieron al Juzgado de Luarca para aclarar ante la juez si conocían a la pareja protagonista y si pasaron la grabación a terceros

Cinco jóvenes investigados por la difusión del vídeo de contenido sexual grabado el 22 de agosto de 2010 durante las fiestas de San Timoteo sin consentimiento de la pareja reconocieron ayer haber difundido la grabación. La titular del Juzgado de Luarca, que investiga el caso, tomó ayer declaración a nueve de la veintena de investigados. Tres de ellos se acogieron a su derecho a no declarar. Los otros seis sí lo hicieron y contestaron a las preguntas no sólo de la titular del juzgado, sino también de los abogados que se encargan de cada defensa.

Uno de los jóvenes aseguró que la joven naviega protagonista del vídeo y ahora denunciante es conocida por las personas que difundieron la grabación por ser de Navia, una villa pequeña. Otros negaron tener relación alguna con la joven y otro grupo aseguró que sólo la conocía de vista.

La instrucción de este caso continuará en las próximas semanas con la citación de otros jóvenes investigados por cometer un presunto delito contra la intimidad, al difundir un vídeo sin consentimiento de sus protagonistas.

Los hechos tuvieron lugar el 22 de agosto de 2010 durante la celebración de la romería de campo de San Timoteo, en Luarca. Según los denunciantes, es decir, la pareja que protagoniza el vídeo (ella de Navia, él de Gijón), se apartaron de la fiesta, caminando al menos unos 20 minutos para tener un encuentro íntimo. Mientras practicaban sexo fueron grabados por un grupo de jóvenes y el vídeo fue posteriormente difundido a través de distintas plataformas y colgado en páginas de contenido pornográfico.

La joven protagonista se enteró de lo sucedido en 2015. Denunció los hechos y poco más tarde lo hizo el joven, que ya no es su pareja. Los abogados de los denunciantes buscan la apertura de un juicio oral y una sentencia del juzgado de lo Penal de Avilés que aclare si se cometió o no delito.

El caso no tiene precedentes en Asturias. Se interrogó a más de cien personas y ahora mismo hay una veintena de jóvenes investigados por la difusión sin consentimiento de las imágenes.

La joven naviega está a tratamiento psicológico y se ha enfrentado a distintas situaciones conflictivas y dolorosas, según su letrada, a raíz de este proceso. Según establece el Código Penal, difundir una grabación íntima sin consentimiento de las personas que en él aparecen podría suponer una pena de cárcel.

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