El monasterio de Santa María, en la capital de Villanueva de Oscos, se convertirá el jueves en el escenario central del vía crucis viviente que los vecinos representan desde hace quince años. Esta edición será especial para todos, ya que la celebración estrena el distintivo de fiesta de interés turístico regional.
El Principado acaba de notificar al Consistorio este reconocimiento, que, según el Alcalde, José Antonio González Braña, es el premio "al trabajo y al esfuerzo" del pueblo que, año a año, se vuelcan con esta particular representación de la Pasión según San Marcos. El regidor espera que con este título sea posible atraer a más público y dar a conocer la cita más allá de Asturias. "Es un vía crucis diferente y singular por su entorno y así queremos potenciarlo", precisó ayer.
La organización lleva años mejorando el recorrido para hacerlo más accesible y seguro al público. Este año, con la reciente obra de consolidación de ruina efectuada en el monasterio, no dudaron a la hora de que el cenobio protagonizase la trama. "No podríamos encontrar una escena mejor", resume la concejala Bibiana Montes, que coordina el evento. "Va a ser más visible y atractivo para el público", explica. Además, se evitan interferencias con el tráfico que atraviesa la localidad.
La acción comenzará en el patio central del monasterio, donde se representará la Última Cena. Se habilitará un itinerario peatonal para guiar a continuación al público hasta la huerta del cenobio, donde continuará la trama. Finalmente, al otro lado del río, como en anteriores ediciones, se desarrollará la crucifixión. Serán un total de seis escenas y está previsto que dure alrededor de cuarenta y cinco minutos.
Entre las novedades de este año también está la mejora de las escenas. En este sentido, se recreará un mercado de la época en el que no faltarán puestos de venta de verdura ni tampoco animales domésticos. Participarán alrededor de un centenar de personas, sesenta de los cuales vecinos, protagonistas de la acción. El personaje central volverá a recaer en el vecino de Illano Víctor Frechilla, que repetirá su papel como Cristo de los Oscos.
Los vecinos de Villanueva estarán acompañados por segundo año consecutivo de un grupo de casi treinta personas procedentes de la guardia pretoriana, vinculada al Arde Lucus que se celebra en Lugo. También está previsto que repita el cuarteto de cuerda encargado de la música en directo. La cita con el via crucis Villanueva será este jueves a partir de las siete de la tarde.
