"A día de hoy, no hay posibilidad alguna de transmisión de la infección entre niños, con lo cual cualquier medida que discrimine a unos por haber pasado esta infección es una medida irracional, injusta y desmedida". Con estas palabras quiso ayer Antonio Molejón, director general de Salud Pública, tranquilizar a la comunidad educativa valdesana y poner fin a las situaciones aislamiento que sufren algunos menores desde que se hiciera público el brote de tuberculosis en el colegio José García Fernández de Luarca a principios de mes. Tal y como reitera Molejón, "no hay riesgo de transmisión ni entre niños, ni de niños a adultos", por lo que hace una llamada a actuar "con racionalidad".

El colegio fue origen del brote de tuberculosis que ha llegado a afectar a 26 niños y 8 adultos, aunque tan sólo seis pequeños y un mayor han llegado a desarrollar la enfermedad. Se trata, como apuntó el propio director general, de "uno de los mayores que ha habido en Asturias en los últimos años por número de afectados". El brote comenzó afectando a escolares en la etapa de Infantil, aunque también alcanzó posteriormente a estudiantes de Primaria. Sobre la fuente de la infección, Antonio Molejón no quiso pronunciarse, señalando que "aquí no se trata de buscar culpables; cualquiera que fuese la persona que está identificada como el foco está claro que no lo ha hecho voluntariamente, y probablemente desconocía el estado en que se encontraba".

El trabajo del Principado se ha centrado en analizar cada uno de los casos hasta dar con el origen, y realizar pruebas a decenas de alumnos y profesores para comprobar el estado de la infección. Los alcanzados por la patología han sido puestos en tratamiento, y en este momento, según Sanidad, "la transmisión de la enfermedad está eliminada". "Continuaremos completando los estudios por seguridad, y para dar por cerrado el proceso", explicó Molejón, que añadió que se seguirá con las pruebas al resto de alumnos del centro.

Tras mantener varias reuniones con familiares de personas afectadas, Molejón apuntó a que el objetivo actual de su departamento es el de "eliminar algunos temores infundados que circulan dentro de la ciudadanía de Luarca y que están afectando a la normal convivencia".

Y es que, según testimonios recogidos por LA NUEVA ESPAÑA, se han dado situaciones aislamiento hacia los menores que habían estado en contacto con la enfermedad: "Hay que desmentir rotundamente que en este momento se pueda dar un contagio. Hay que evitar que se señale y se estigmatice a los niños que han tenido la desgracia de ser afectados".

Sobre el estado de los que han desarrollado la enfermedad, Salud Pública confirma que todos evolucionan favorablemente, siguiendo el tratamiento preceptivo, que en un cien por cien de los casos es curativo. Este tratamiento elimina la posibilidad de contagio a partir de las dos semanas, y se completa pasados los seis meses. "Será el momento en que se pueda garantizar la curación al completo y el restablecimiento de la normalidad", remató Molejón.