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Castropol y Figueras conectarán en 2017 con la nueva depuradora

El saneamiento, que pondrá fin a los vertidos sin tratar al Eo, no estará rematado por completo hasta 2018

A finales de 2014 se puso en marcha el ambicioso plan para sanear la margen asturiana de la ría del Eo y poner fin al vertido de aguas sin depurar a este estuario que hace frontera con Galicia. Las obras están en su ecuador, ya que la administración mantiene la fecha de 2018 como la de conclusión de esta actuación, contratada en dos fases y que ha supuesto un desembolso de algo más de doce millones de euros.

La primera fase se puso en marcha con una inversión de 4,3 millones de euros y afectaba a las localidades castropolenses de Figueras, Castropol, Aldeanova, Granda, Villargomil y Vilavedelle. Esta primera fase llevara pareja la construcción de la estación depuradora de aguas residuales (edar) en la localidad castropolense de Granda. El equipamiento ya está listo y a finales de este mes se pondrá en marcha de manera parcial con los vertidos de Aldeanova. La Consejería de Infraestructuras indica además que está previsto que en enero del año que viene incorpore los vertidos de Figueras y Castropol, pero no será hasta 2018 cuando funcione al cien por cien, incorporando las tuberías de la segunda fase. Las obras de dicha segunda fase, que se adjudicaron en 3,55 millones, afectan a parte del concejo de Castropol y a Vegadeo.

El actual sistema de saneamiento tiene muchas carencias, especialmente en el emisario submarino que envía los vertidos bajo el puente de los Santos y que periódicamente sufre roturas. No obstante, la administración no tiene constancia de ningún problema concreto en la actualidad, al margen del colector roto en la acera de Figueras. De hecho, indican que la impulsión de Figueras a Castropol, que gestiona la empresa Aquagest, funciona correctamente.

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