La banda sonora que ayer acompañó al área recreativa de As Pedreiras, en el Franco, estuvo protagonizada por la gaita. En concreto, por las docenas de gaitas que se dieron cita en este enclave para celebrar que la cultura y la música tradicional de la comarca tiene pasado, presente, pero también mucho futuro. El encuentro, organizado por la asociación "Arcángel San Miguel", cumplió así veinte años, lleno de salud, logrando reunir a unos 140 músicos en torno a una pasión común.
Que la gaita tiene un pasado lo ejemplifica como nadie el grupo "Brisas del Navia", de Coaña, que fue el conjunto distinguido por haber sobrepasado los 75 años de vida. Juan López es hijo y sobrino de sus fundadores, y aún hoy, tras 58 años de trayectoria musical, se mantiene en activo, llevando su música a fiestas y romerías de la zona. "Era una odisea ponerse a andar, no teníamos apenas medios", explica este gaitero, que recuerda cómo se aprendían las canciones "de oído", transmitidas de generación en generación. "Ahora hay mucha gente a la que le gusta, y hay muchos más medios", añade, pronosticando un buen futuro para el instrumento.
Otro de los veteranos, que también cree que "esto no se muere, hay que seguir pegándole", es Manuel Enrique Fernández, más conocido como "Nela de Bres". Este mítico gaitero de la zona de Taramundi reseña que "los mayores seguimos con un interés tremendo mientras nos dejen", y que hay "mucha gente joven que va copiando de nosotros". Mayores y pequeños compartieron actuación en As Pedreiras, al son de los diferentes grupos.
También hay futuro en Valdés, que estuvo bien representado en la fiesta con varios grupos. Uno de ellos, "La Corte de Enverniego", trata de mantener vivos los bailes de las brañas de la zona vaqueira de su concejo. "Hay gente joven, con interés, que quiere que esto siga", asegura Jovino Fernández.
La "Festa da gaita" repitió éxito de convocatoria, mostrándose como una iniciativa clave en el mantenimiento de las costumbres y tradiciones de la comarca occidental de Asturias. Los cuatrocientos participantes que acudieron en total disfrutaron de una comida al aire libre y del sonido de gaitas y tambores durante una tarde muy animada.
