El Festival Intercéltico d'Occidente (Fido) inicia mañana en Tapia la edición de su vigésimo cumpleaños. Esta cita es posible gracias al esfuerzo y compromiso de las alrededor de cuarenta personas que conforman la organización, bajo el liderazgo del gaiteiro Martín Fernández Cascudo. El tapiego está especialmente satisfecho por el programa de este año, gestionado con mucha antelación y mimo para que Tapia viva una de las ediciones más especiales que se recuerdan. Participarán quince formaciones musicales de Asturias, Galicia, País Vasco, Francia, Escocia, Irlanda y Chile que llenarán de música la capital tapiega desde mañana al domingo, desde el día a la noche. La celebración, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, comenzará mañana a las siete y media de la tarde con el ya tradicional izado de la bandera celta en el centro de la villa.
-Dos décadas ya. ¿Pensó alguna vez que el festival viviría tantos años?
-La verdad es que no contábamos con que durase tanto. Con los años fuimos cambiándolo y, por ejemplo, los conciertos nocturnos pasaron de celebrarse en la plaza a la playa del Murallón. Hemos logrado hacer un festival familiar y tranquilo, que gusta a los visitantes y también a la gente de aquí, que se vuelca y participa en las actividades programadas. Además, consideramos que genera una gran actividad económica por la cantidad de público que atrae y lo que supone de promoción de Tapia. En ese sentido, nos sentimos embajadores de nuestro concejo por lo que supone de darlo a conocer en otras regiones. El otro día nos pusimos a hacer memoria y la verdad es que pasaron muchísimos grupos por Tapia, formaciones de casi todo el mundo: Escocia, Irlanda, Francia, Portugal, Alemania, Rusia, Japón, Argentina?
-¿Qué es lo que más le enorgullece de la historia del festival?
-Ver a una banda activa y trabajadora, buena gente, que está volcada con el Fido. Además, como formación musical, la "Marino Tapiega" vive un buen momento, con más de cincuenta actuaciones al año. Este año, una de las más especiales fue una actuación en Burdeos, con motivo del Día de San Patricio, donde tocamos con el gaitero Carlos Núñez. El año que viene la banda que nos invitó nos devolverá la visita durante el Fido.
-¿Qué espera de esta edición del Fido?
-Confío en que sea inolvidable. Creo que será la mejor edición de nuestra historia, por la calidad de los grupos y el número de participantes. Esta vez superaremos los 300 participantes, nunca reunimos a tanta gente como este año.
-¿Qué hace diferente a la cita celta tapiega?
-Es un festival que se desarrolla en un pueblo marinero y que aprovecha a la perfección todos sus escenarios naturales. También programa actividades dirigidas a toda la familia y en espacios accesibles y cómodos para todos.
-Este año han apostado por adelantar la fecha al primer fin de semana de agosto. ¿Funcionará el cambio?
-Creemos que sí, nos resulta mejor para aprovechar grupos en gira y así también evitamos coincidir con la mayor parte de fiestas de la comarca, que coinciden el 15 de agosto. Al adelantarlo tratamos también de que la gente de la zona se anime más a venir, pues es una fecha menos festiva. Esperamos que el tiempo corresponda, de momento las previsiones son buenas. Para este tipo de festival, lleno de actividades al aire libre, es imprescindible que el tiempo acompañe.
-El programa incluye más de treinta actividades concentradas en cinco días. ¿Cómo se organiza un festival así?
-Con mucho trabajo, son meses preparándolo. Además, intentamos sacar el máximo rendimiento a los grupos que vienen, que participarán en otros eventos de la zona.
-Este año por primera vez han programado otras dos actividades previas al Fido: un festival de la sidra y otro de "foodtrucks" combinado con las jornadas Culturlingua. ¿Repetirán?
-El balance de ambas actividades fue bueno. La idea es mantenerlas de cara a próximos años, con algunas mejoras. Es una forma de ir sacando fondos para autofinanciar el festival y a la vez se genera actividad en el pueblo durante el año.
