El productor audiovisual Alejandro Pacios regresará mañana a su tierra, donde tiene el honor de pregonar las fiestas de Nuestra Señora de La Asunción y San Roque, las populares "festas del quince". A las nueve de la noche se asomará al balcón del Ayuntamiento para dar la bienvenida a los festejos del concejo donde nació en 1983 -concretamente es natural de la localidad de Paramios-. Aunque lleva doce años afincado en Cuenca, donde dirige la productora Objetivo 7, aún está fuertamente unido a su tierra natal.
-¿Contento con el encargo de pregonar las fiestas?
-Contentísimo, como también lo estuve cuando me enteré por LA NUEVA ESPAÑA de que era finalista al premio "Vegadense del año". Una vez que se publicó en el periódico que sería el pregonero empecé a darme cuenta de lo que suponía, por los comentarios y apoyo de la gente.
-¿Tiene listo el discurso?
-Por supuesto, lo tengo listo desde hace quince días y prometo sorprender, creo que voy a hacer algo que nunca se hizo en el pregón. Será algo ligado a mi trabajo, pero no quiero decir más para que la gente se anime a venir. No será un pregón al uso.
-¿Qué vínculos mantiene con Vegadeo?
-Mis hermanos y mis tíos siguen ahí, así que tengo familia en Paramios, Beldedo y Vegadeo. Además procuro ir en Navidad y, siempre que tengo vacaciones, reservo unos días para acercarme. Además, ahora gestiono las redes del Hostal Parrilla San Roque, lo que me obliga a estar más pendiente de la actualidad del concejo y de la zona.
-¿Qué recuerdos tiene de las fiestas veigueñas?
-Son recuerdos de infancia, pues hace doce años que me marché, creo que la última vez que las disfruté tenía 23 años. Durante mi niñez mis padres regentaban el bar Avión, que entonces era restaurante, así que las fiestas eran una locura. Después, de adolescente, tengo el recuerdo de los reencuentros con la gente que venía los veranos. El evento que más me gusta de las fiestas es la Noite Celta y este año por fin podré vivirla de nuevo, pues es este sábado, y reencontrarme con los recuerdos.
-¿Cómo ve Vegadeo desde la lejanía?
-La verdad es que se está moviendo más que nunca en materia cultural, especialmente en lo que se refiere a eventos musicales. Quizás le queda pendiente explotar al máximo su potencial turístico, aprovechando el turismo residual de enclaves como Taramundi o Ribadeo. Pero, por ejemplo, si comparo mi infancia con la que tienen ahora los niños, creo que tienen una oferta de ocio mucho más amplia y variada.
-¿Qué es lo que más echa de menos de su tierra?
-Además de a la familia, la calidad de la materia prima. Hay productos que aquí no como, por ejemplo, la ternera, y, siempre que puedo, me traigo productos de casa. En verano también echo en falta las playas. Por eso, siempre que voy a Vegadeo, aunque sea invierno, me voy a pasear por las playas de la zona.
