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El olor de la planta de biogás no preocupa al alcalde de Navia: "Es totalmente hermética"

Ignacio García Palacios no teme que la central cause molestias como sucede en Tineo, donde se aplica una tecnología diferente

Las obras de la planta de biogás de Navia. G. GARCÍA

La planta de biogás proyectada en el concejo de Navia, que actualmente se encuentra en fase de construcción, no generará ningún tipo de mal olor. La tecnología empleada, señala el Ayuntamiento, está preparada para captar todas las partículas molestas y retenerlas dentro de la instalación, por lo que será imposible que se den situaciones como la que sufren los tinetenses, que se quejan de los malores olores de la planta de biogás del polígono de La Curiscada, que afecta a la propia área industrial y a la capital del concejo. Esta misma semana, el Partido Popular señaló a la planta de biogás como principal respolsable del problema.

"Se trata de una instalación que irá absolutamente hermética. El planteamiento que hay en Navia y la tecnología que aquí se aplica son los que se están aplicando en diversos países de Europa, y en ninguno de los lugares donde se aplica tienen esas complicaciones", apunta el alcalde de Navia, Ignacio García Palacios. "Su funcionamiento está testado, por ejemplo, en Dinamarca, donde la planta está incluso más cerca de las casas de lo que lo estará aquí", añade el regidor, que no teme que se reproduzcan en el concejo los problemas que sufren en Tineo con su central de biogás.

García Palacios explica que, a pesar de no tratarse de un proyecto municipal (está promovido por una empresa participada por Central Lechera Asturiana) su equipo de gobierno ve con buenos ojos la instalación. "Se encuentra en un estado muy avanzado", precisa el regidor.

La planta, que se situará en la localidad de Armental, está concebida para tratar hasta 1.060 toneladas de purín de vacuno al día, más 70 toneladas de residuos vegetales. El fin es la producción de biogás a partir de esos recursos, que será convertido en energía eléctrica por medio de tres motores. El entorno quedará libre de malos olores, según se reseña en el proyecto presentado, gracias a un novedoso sistema de avanzada tecnología.

El propio proceso de biodigestión (transformación de la materia orgánica en gas en ausencia de oxígeno) supone una eficaz técnica para reducir los olores. Además, se instalará un sistema de aspiración de aire, para su posterior filtrado. Éste se realizará a través de una lámina de agua de siete metros, de modo que los compuestos en suspensióncausantes del mal olor queden atrapados en el agua. Lo único que se liberará a la atmósfera en este proceso será aire libre de olores.

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