Salvador Jiménez, oriundo de Jaén y con vivienda en Salas, tiene un hijo de 32 años en el paro y por ello solo ve "oportunidades" en la reapertura de la mina de oro de Carlés. "Es importante dar facilidades a los empresarios que se asientan aquí. Todos tenemos a algún familiar en paro y eso duele mucho. Sea lo que sea, vengan de donde vengan, traen trabajo a una zona desfavorecida", opina.
Otros vecinos de Salas consultados por este periódico tienen la misma opinión. La salense Ángeles Pérez echa la vista atrás y rememora los tiempos en los que la capital del concejo vivió "casi" de la producción minera. "Ahora se ofrecen menos puestos de trabajo que antes, pero todos esperamos que directa o indirectamente la mina de Carlés repercuta en la economía local", señala. "Si hay empresas cerca, siempre se consume más. Si no se gasta en comidas se gasta en estancias en hoteles o en compras de distinta clase", indica.
Lidia Núñez tiene una floristería en Salas y cree que la reapertura de la mina solo puede traer beneficios. "No todo el mundo apoya este tipo de industria por motivos medioambientales, pero si tienen los permisos en regla lo que traen es riqueza", destaca.
Esta mujer puede hacer balance de la deriva del comercio local. Su floristería abrió hace 26 años. En este tiempo, las explotaciones mineras solo generaron un movimiento "especial" para Salas. Cuando la compañía Río Narcea Gold Mines tenía sede en la capital del municipio "se hacía caja". "Recuerdo especialmente a los extranjeros. Gastaban mucho en todo. Incluso en flores, algo que se suele dejar para ocasiones especiales", señala. Es por ello que Lidia Núñez ve en la reapertura de la mina de Carlés "una esperanza y otra oportunidad para Salas. El concejo está muy muerto y necesitamos más empresas. De no ser así, no sé a dónde vamos a llegar".
En el último mes ha cerrado un bar de la capital salense y los comercios de toda la vida, según Lidia Núñez, tienen cada vez más dificultades para cerrar el mes con saldo positivo. "Estamos intentando competir, pero tenemos pocas posibilidades", añade.
María Rosa Fernández, de 86 años, es de Alicante y tiene lazos en Salas. Ella asegura que si algo falta en España "es trabajo". "Es lo que necesitan los jóvenes y es lo que necesitan las zonas rurales como Salas", dice. "Si no invierte alguien, estamos perdidos", señala. Trinidad Riesgo, de la misma edad y salense, señala que la apuesta minera "es muy interesante", pero añade que "se necesita gente que desee trabajar". "Salas es un concejo envejecido y hay poca gente joven para ocupar los puestos de trabajo", opina. Esta vecina cree que la cercanía de la capital del concejo a las ciudades del centro de Asturias dificulta el asentamiento de familias jóvenes, que están más interesadas en las urbes y en empleos que no ofrece este concejo ubicado en la zona rural asturiana.
María Isabel González, otra vecina de Salas, defiende la instalación de empresas en la zona rural asturiana, al margen de la actividad que desarrollen. "Si hay trabajo, hay prosperidad", recalca, para añadir que "una empresa que genera riqueza debe ser bienvenida, porque de alguna manera nos libra del paro".
Salas tiene en torno a 5.000 habitantes. El tirón del turismo, en buena medida por el paso del Camino de Santiago, no es suficiente para mantener a flote la economía local. Tampoco la presencia de una empresa puntera en el centro de la villa ni los polígonos industriales, que no han crecido prácticamente nada en los últimos años. "Con el paso del tiempo, cada vez somos menos", reconoce el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, de Foro, que se muestra especialmente preocupado por la economía local. Es por ello que la reapertura de la mina de oro de Carlés, en tiempos en los que las de carbón cierran o tienen problemas, se vive con expectación "máxima", añade Hidalgo.
La empresa que explotará el oro, Orovalle, tiene previsto emplear a 69 trabajadores. Los políticos de Salas han visto en la reapertura de la mina una oportunidad para los vecinos de Salas. El alcalde se ha dirigido por escrito a la empresa para pedir que los empadronados en el concejo tengan más posibilidades de optar a los puestos de trabajo vacantes. La oposición (PSOE y PP) también apoya esta iniciativa.
Comisiones Obreras (CC OO), con mayoría en el comité de empresa de Orovalle, destaca que la mina cumple con todos los requisitos legales y que, en mayor o menor medida, velará por el empleo en la comarca. "Todo lo que sea crear trabajo en estas zonas que no están tan desarrolladas es interesante", afirma Roberto Mallada, del área de minería de la Federación de Industria de Comisiones Obreras en Asturias.
"Estoy seguro de que tendrá un impacto relevante en la comarca. Además, en el Principado hay mucha gente que cumple con el perfil del trabajador que se demanda por la crisis del carbón", señala. "Es un sector que está agonizando y, por ello, siempre que se cumple con legalidad, y este es el caso, debemos dar la bienvenida a la actividad minera", concluye. La empresa ha puesto en marcha los trabajos para iniciar la extracción. Se cree que podría empezar a producir "en unas semanas".
