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Los perceberos pixuetos estudian hacer vigilancias para controlar a los furtivos

"Estos delincuentes ponen en peligro puestos de trabajo", afirma el patrón mayor, que reclama que "se aplique la ley de forma implacable"

Cudillero ha declarado la guerra al furtivismo. Los mariscadores estudian hacer vigilancias para sorprender en plena faena a los delincuentes que capturan percebes fuera de temporada. El patrón mayor de la Cofradía de pescadores Virgen del Carmen, Salvador Marqués, cree que este medida es ya casi imprescindible "porque el problema no cesa pese a que la ley se ha endurecido".

Marqués asegura que el sector no puede permitirse este tipo de conductas, que ponen en riesgo el crecimiento del preciado crustáceo. "Lo que está pasando es una vergüenza. Se llevan percebes alevines y nos dejan sin ellos durante año o año y medio", añade. La alarma vuelve a saltar después de que la Inspección Pesquera detuviera en menos de una semana a dos grupos de personas, unos en Loza (Coaña) y otros en Novellana (Cudillero), con 30 y 32 kilos de percebes. La campaña veraniega, además, ha arrojado unas cifras sensiblemente inferiores a las del año pasado.

Los furtivos que 'trabajan' por la zona suelen ser además reincidentes, un dato que crea aún mayor preocupación en el sector. "Siempre son los mismos. Se declaran insolventes para pagar las sanciones y, como no hay condena, vuelven a cometer delitos como si nada pasara", indica Marqués. El patrón pixueto destaca que el furtivismo condiciona la economía de familias de la comarca que viven del mar y también puestos de trabajo. "Si nosotros intentamos dejar los percebes crecer y antes los furtivos se llevan todo, ¿qué campañas nos esperan? Pues campañas malas en cantidad, en calidad y en precio. Son delincuentes que ponen en peligro puestos de trabajo", asevera. Marqués pide por ello que los jueces "sean severos y apliquen de forma implacable la ley".

En Cudillero están satisfechos con la actuación de la Inspección Pesquera, la Guardia Civil y el guardapesca, "pero todos sabemos que si no hay sanciones ni penas de cárcel, esta gente vuelve todos los años al mismo sitio".

El patrón mayor de la Cofradía Nuestra Señora de la Atalaya de Puerto de Vega, Adolfo García, asegura que también está "muy preocupado" por esta situación. "Siempre ocurre lo mismo. Intentamos sacar el menor rendimiento al producto, pero con los furtivos no se puede", indica.

García pondrá hoy en conocimiento de la federación de cofradías de Asturias su preocupación. En Puerto de Vega el 90% de la facturación llega de la venta de percebes. Como su homólogo en Cudillero, cree que la ley "está para aplicarse, pero los furtivos cometen un delito y siguen en la calle como si nada hubiera pasado". Lo que descartan de momento en Puerto de Vega es hacer vigilancia porque, en muchos casos, "los furtivos son personas peligrosas".

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