Los técnicos del departamento de Sanidad Vegetal del Principado recorrieron ayer los concejos de San Tirso de Abres, Vegadeo y Castropol para pedir la colaboración de los productores locales a la hora de acabar con la plaga de "Tecia solanivora" o polilla guatemalteca de la patata: "Es un problema importante y tenemos la responsabilidad de intentar controlarlo y erradicarlo. Ahora la plaga está confinada en esta zona y es el momento de intentar acabar con ella". Por su parte, la administración se ha comprometido a recoger y destruir los tubérculos dañados y pagará una indemnización de 0,30 euros por cada kilo afectado.

El Principado ha diseñado un protocolo de destrucción de los tubérculos y ha habilitado una línea telefónica (985105631) para dar parte de cualquier daño. Una vez se detecten las patatas dañadas, se deben introducir en sacos o bolsas de plástico cerradas herméticamente y rociadas previamente con un insecticida. Los técnicos de Sanidad Vegetal procederán en ese momento a la recogida y pesaje de la patata, y se eliminará como cualquier otro residuo orgánico. Una vez se recoja el tubérculo dañado, los vecinos pueden solicitar una indemnización a razón de 0,30 céntimos el kilo afectado.

El jefe de Sanidad Vegetal, Máximo Braña, en compañía de dos técnicos, participó ayer en la ronda reuniones por los tres concejos asturianos afectados e insistió en la importancia de que todo el mundo vigile sus almacenes de cara a detectar la plaga lo antes posible. "Tenéis que hacerlo todos porque el que no lo haga es un foco de contaminación", alertó, al tiempo que recordó la prohibición de desplazar la patata fuera de las zonas porque supone "trasladar el problema".

En esta labor de vigilancia juegan un papel clave las trampas de feromonas distribuidas ayer y que capturarán los machos. "Hay que intentar que todo lo que entra en ese almacén se capture porque, de lo contrario, esa polilla quedará ahí en forma de crisálida y en cuanto haya un nuevo cultivo, volverá", precisó. Braña también pidió a los agricultores que extremen las precauciones en la tierra, eliminando cualquier rastro del tubérculo. "Debemos de cerrar los ciclos lo más rápido posible e intentar que no evolucione", añadió. El jefe de Sanidad Vegetal sugirió a los vecinos que, ante la duda, procedan a destruir los tubérculos y les aconsejó que no opten por métodos tradicionales como dárselos al ganado o tirarlos al monte. "Este insecto es débil en algo: no vive sin patatas".

Los responsables de Sanidad Vegetal se esforzaron en hacer partícipes a los vecinos de este problema de dimensiones globales. Explicaron que la plaga, que se detectó en la zona del Eo por primera vez el año pasado, procedente de la vecina Galicia, preocupa a las autoridades comunitarias y no se descarta que próximamente se adopten medidas más contundentes como la prohibición de plantar el tubérculo durante un período determinado.