Cumplir cien años con salud y vitalidad es, sin lugar a dudas, motivo de celebración. Anita Pérez García, vecina de Moanes que alcanzó la redonda cifra en julio, se encontraba ayer "muy feliz y contenta" por poder compartir mesa y mantel con más de seiscientas personas, en el homenaje a los mayores que organizó el Ayuntamiento de Valdés. Ella, como única centenaria, recibió todo el cariño de los presentes, al igual que las otras trece personas distinguidas por llegar a los noventa años.

"La vida ha cambiado mucho, no tiene nada que ver. Antes se vivía trabajando mucho y comiendo poco", explica Pérez, una mujer que dedicó toda su vida a las labores del campo. A su lado, su hija Ángeles García cuenta que recuerda a su madre "bajar a Portizuelo a lavar la ropa, con un cubo en la cabeza, y volver subiendo aquella cuesta". A pesar de los achaques propios de la edad, la centenaria vecina valdesana come de todo, camina un poco cada día y disfruta de su retiro. "Homenajes como éste me parecen estupendos. Ella nunca soñó algo así, porque antes eran todo calamidades. No podían dedicarse ni un día, porque todo era trabajar y trabajar. Ahora por lo menos tenemos jubilación y compartimos estos momentos entre amigos",

Una vida de privaciones también es la que pasó Celestino González, vecino de Godón, pueblo que sólo abandonó "dos años, y por la mili". Recuerda cómo, en su juventud, las viviendas carecían de energía eléctrica, agua y hasta aseos. "De entonces ahora, esto cambió una barbaridad", dice este vecino, que en septiembre llegó a los noventa años y que achaca su buena salud al "duro trabajo del campo". "Labrábamos el maíz sin apenas maquinaria, con los animales que teníamos, y con eso íbamos tirando", cuenta. Sobre la juventud de hoy en día, considera que "han pillado años mejores que los nuestros".

"En la zona rural, en mi época, era difícil ser joven, y ahora todavía lo sigue siendo. De hecho, un problema muy serio es la despoblación; en los pueblos quedamos cuatro mayores y apenas hay chavales", lamenta José Antonio Rodríguez, presidente del colectivo de mayores "Valle del Ese" de Trevías. Rodríguez dice que "no ve solución" a un problema que se agrava "con la invasión de animales salvajes que estamos teniendo". Sobre sus coetáneos, cree que las personas mayores del concejo valdesano cuentan con "muy buena salud".

En el acto de ayer, celebrado en un restaurante de Cudillero, estuvieron presentes los miembros del equipo de gobierno de Valdés y también la consejera de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Varela, que destacó la aportación de este grupo de población, los mayores, "para construir una sociedad asturiana unida, donde todos tenemos mucho que aportar".

La Consejera recordó además que existen muchas fuentes de negocio en la atención a este grupo de personas, a través de la investigación y de la tecnología; y que el Principado ha recibido reconocimientos por "cuidar muy bien de las personas mayores y promover un envejecimiento activo", y señaló que "todo eso no tendría sentido si no hubiese un gran dinamismo de las personas mayores, algo que en Asturias sí que se da".