El Ayuntamiento de Boal ha aprobado de forma definitiva la nueva ordenanza reguladora del aprovechamiento de montes comunales, que adapta a los tiempos actuales las normas sobre estos terrenos, de especial relevancia en el concejo. El Consistorio ha fijado un canon para los vecinos de diez euros al año por cada hectárea, siendo el máximo cedible a cada explotación de diez hectáreas. Los terrenos serán distribuidos en lotes individuales entre los vecinos del pueblo donde el monte radique, siempre que sea útil para explotación agrícola, ganadera o forestal.

La ordenanza, en su preámbulo, reconoce que "los montes comunales del Ayuntamiento de Boal, por tradición histórica, vienen siendo aprovechados por los vecinos para la actividad agrícola y ganadera", y que aún existen familias poseedoras de ganado que tienen tal actividad como principal fuente de ingresos. Por ello se ha considerado necesario actualizar la regulación este aprovechamiento, para que "no choque con la normativa sobre la que se elaboran los estatutos de las nuevas juntas vecinales".

La nueva ordenanza también establece que la cesión a los vecinos deberán estar entre los diez y los treinta años, y que tendrán derecho preferente para acceder a estas tierras los vecinos que mantengan su residencia en el concejo, dispongan de ganado de uso propio, y estén inscritos tanto en el padrón como en el censo ganadero del Ayuntamiento.

En cuanto al uso que se le puede dar al terreno, se establecen tres categorías: agrícola (donde se encuentran incluidas las actividades apícola y micológico), ganadera o forestal. En el caso del ganado, se fija un periodo de descanso del pastoreo, de noviembre a abril, con el fin de facilitar la regeneración del monte. En caso de uso maderero, los beneficios que se obtengan con la actividad se repartirán, siendo del 20 por ciento para el Ayuntamiento, y el 80 restante para el vecino.