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La bolera occidental

Iván Pérez reina por Santa Bárbara

El joven jugador de la peña Bimeda se lleva el clásico torneo de final de temporada tras sumar 600 bolos en una prueba en la que hubo triple empate en el segundo puesto

Iván Pérez realiza un lanzamiento. LUCAS BLANCO

Santa Bárbara volvió a premiar el empuje y el buen hacer de una joven promesa. Iván Pérez, jugador de 23 años de la peña Bimeda, se proclamó campeón del último gran torneo de la temporada de bolo vaqueiro, después de totalizar 600 bolos con ocho boladas en una prueba disputada, como es habitual, en la bolera de Rengos, para honrar a la patrona de los mineros.

La participación en esta cita organizada por la Sociedad de Festejos de Santa Bárbara, en colaboración con la Asociación de Bolo Vaqueiro, fue muy numerosa, pues por las instalaciones pasaron a realizar sus tiradas 42 jugadores de diferentes peñas, que dejaron un buen nivel para tratarse de una época del año con poca actividad y peores condiciones para practicar.

Lo más llamativo fue la igualdad en la pugna por el subcampeonato. Hasta tres jugadores empataron a 555 tantos. Estos fueron Juanma Riesco (Naviego), Joaquín Menéndez (Naviego) y Segundo López (Rengos), que finalmente aparecieron en la clasificación por este mismo orden después de un desempate improvisado a tres boladas para determinar las posiciones finales. El cuadro de honor de los ocho primeros lo completaron, por este orden, Placente (Gillón), Pedro (Villacanes), Antonio Aumente (Rengos) y Juan Félix (Degaña).

El desarrollo del juego se caracterizó por el frío, aunque el hecho de que hubiese tantos participantes obligó a desarrollar las tiradas durante un amplio horario, siendo importante la diferencia de condiciones entre las tiradas de unos y otros participantes, que aun así, destacaron el buen ambiente y la deportividad característica de toda la jornada.

Como ya es tradición en este campeonato, que el sábado alcanzó la décima edición, la recompensa para los primeros clasificados fue en especie. Así, Iván Pérez se llevó para casa un cordero donado por la Asociación de Bolo Vaqueiro y un trofeo donado por la relojería y joyería canguesa Hijo de Casimiro Berlín, que le acredita como vencedor. Juanma recibió un jamón aportado para la ocasión por la organizadora peña Rengos y Joaquín se tuvo que conformar con un surtido de quesos de Alimentos Muniellos. Para completar, Segundo López se llevó un lote navideño como cuarto clasificado y el quinto premio de Placente fue un estuche de vinos.

Por si fuera poco, todos los participantes, organizadores, patrocinadores y colaboradores disfrutaron tras la entrega de trofeos de una parrillada de confraternización que sirvió a la modalidad para hacer balance de toda la temporada y valorar posibles variaciones de cara a la próxima campaña, que se iniciara previsiblemente entre finales de marzo y comienzos del mes de abril de 2017.

Un largo periodo de hibernación al que ya está acostumbrada la modalidad, que en el presente año 2016 superó las 200 licencias federativas. Una cifra lejos de las más de 300 que se llegaron a tener hace un lustro y que convirtieron al bolo vaqueiro en la segunda modalidad de la región en cuanto a número de jugadores, sólo superada por la cuatreada.

Ahora el reto es superar las problemas socioeconómicos que afectan a la comarca suroccidental para tratar de frenar la caída dl número de licencias y recuperar esa segunda posición que en las últimas temporadas ha recuperado el bolo celta, gracias en gran medida al impulso de la categoría femenina, que sigue siendo una asignatura pendiente del vaqueiro. Actualmente el número de jugadoras es muy escaso y se limita sobre todo a competiciones de categorías inferiores o escolares en las que no hay licencia de por medio.

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